Agosto sin gas

El Madrid siembra dudas. Al menos, a parte de su afición, que mira con recelo el futuro del equipo. La culpa la tiene su pobre pretemporada. El cuerpo técnico considera que no hay razón para el pesimismo, que todo. se debe a una táctica preconcebida: la de ir de menos a más ante una temporada larga en partidos y exigente en retos. Sea como fuere, la pretemporada madridista no aguanta la mas mínima comparación con la del año pasado.Y no la aguanta porque en el mes de agosto de 1994 el Real Madrid se mostró devastador. A estas alturas, es decir en la víspera de disputar el Trofeo Bernabéu. los blancos habían disputado diez partidos, los mismos que este año, y habían vencido en ocho, llevando cuatro nuevos trofeos a su estadio.365 días han bastado para que las cosas sean radicalmente punto distintas.. El Madrid ha levantado una sola copa, la correspondiente al torneo de Euskadi, precisamente tras su triunfo más brillante, 4-0 ante el Athletic. En San Mamés, Raúl se mostró especialmente inspirado. Y el Madrid goleó. Tan sólo cabría añadir, como aspecto positivo de la pretemporada actual, la victoria conseguida ante el Benfica (2-0). Nada más.De semejante sequía hay quienes culpan al equipo más en forma del fútbol español, que no s otro, según demuestran los numeros, que el Deportivo de La Coruña. En tres ocasiones se han visto las caras ambos conjuntos. Y en la s tres ha vencido el cuadro gallego. La primera, en la final del Teresa Herrera (2-0); las otras dos, en la Supercopa (3-0 y 1-2). El global de 7-1 es abrumador. El equipo de Toshack ha empezado a velocidad de vértigo y ha convértido al Madrid en su víctima predilecta del verano.Pero ese enfrentamiento, el de madridistas y coruñeses, también se produjo el pasado año. Y el que cayó fue el Depor (1 -0), con gol de Zamorano. El Madrid acumulaba por entonces victorias con inusitada facilidad. Y algunas de ellas, de verdadero mérito. Dos equipos de la talla del Feyennord y el Nápoles mordieron el polvo con estrépito. Los holandeses encajaron un contundente 6-2 a manos de la bien engrasada máquina blanca" los italianos no salieron mejor parados: 41en la consolación del trofeo Carranza. Curiosamente, el único .gol del Nápoles lo consiguió el colmbiano Freddy Rincón, actuálmente a las órdenes de Valdano.Fue precisamente el Carranza el único torneo que se le atragantó al Madrid. La culpa la tuvo un equipo de Segunda B, el Cádiz, que consiguió empatar el partido (2-2) y superar a los de Valdano en los penaltis. Esa igualada y la que se produjo ante la Real Sociedad (1-1) impidieron a los blancos contar todos sus enfrentamientos por victorias.Treinta goles consiguió el Madrid en el mes de agosto del 94. 21 en el de este año.. Zamorano fue entonces su máximo artillero, con nueve tantos (lleva dos); Michel hizo seis (uno); Laudrup, tres (uno); Alfonso, tres (cuatro logró. hasta su traspaso al Betis) y Amavisca, dos (dos). El resto los firmaron, en el 94, Dubovski (cuatro), Butragueño (dos) y Dani (uno). Y en el 95, Esnálder.(cuatro), Raúl (tres) y Alkorta, Hierro, Nando y Sanchís (uno).Tan opuestas -trayectorias admiten muchas lecturas. Desde el cuerpo técnico del equipo se ha incidido en que el fortísimo inicio de la campaña anterior acabó pasando factura. Algo similar opina un jugador de la plantilla, Quique Flores, quien a segura que la única explicación es sencillísima: "Hace un año la falta de títulos nos aceleró. Ahora vamos más despacio".