ATRACCIÓN FATAL
Pedro Camarero, el propietario de la atracción denominada Kamikaze, que la pasada semana se averió en el recinto ferial de La Coruña y dejó a 28 personas colgadas cabeza abajo durante hora y media y a más de veinte metros de altura, se está forrando a raíz del incidente, ya que la afluencia de público es "masiva" desde que el aparato fue reparado. "Incluso hay mucha gente que me pide que les deje un ratito parados cabeza abajo en lo alto del recorrido", cuenta Camarero. El Kamikaze volvió a funcionar el pasado fin de semana, después de que los técnicos de la empresa italiana que comercializa la máquina cambiasen la pieza que se había averiado. Por su parte, la Consejería de Industria remitió ayer al Juzgado de Instrucción número 2 de La Coruña, que investiga la avería, su informe sobre el estado del artilugio.-
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