"Quiero la triple corona"
El gesto que tuvo Martín Fiz de ponerse las gafas metros antes de entrar en el estadio obedeció a una razón comercial, porque dos días antes había firmado un contrato para lucirlas. Correr toda una maratón con las gafas colgadas del pantalón para utilizarlas si llegara el caso puede dar lugar a engaño sobre los intereses que persigue el atleta. De molestarle lo más mínimo las hubiera tirado, porque él lo que quería era ganar. El anuncio de sus planes futuros no deja lugar a dudas: "Quiero la triple corona".La triple corona sólo la tienen los elegidos, tipo Bubka o Christie, y consiste en acumular los títulos olímpico, mundial y europeo. Fiz ya tiene dos y le falta el primero. Para conseguirlo se va a preparar concienzudamente, lo que significa renunciar a muchos millones de pesetas.
La cotización de Martín Fiz es, desde ayer, de doce millones de pesetas por el sólo hecho de salir a correr en una maratón. Lo que consiga después tiene precio aparte. Las maratones de Nueva York, Londres y Fukuoka ya se lo disputan, entre otras razones, porque ahora mismo puede ser uno de los pocos candidatos a perseguir el récord mundial.
Podía hacer las tres maratones (36 millónes, premios aparte), pero quizá no participe en ninguna, porque lo que quiere es ser campeón olímpico. Elegirá la carrera que mejor se adapte a su preparación. Su entrenador, Sabino Padilla, médico al mismo tiempo de Induráin, decidirá.La única ambición de Martín Fiz era la de tener un Mercedes y ya está cumplida. Había encomendado a Padilla que le consiguiera a buen precio uno de los Mercedes que utiliza el equipo ciclista Banesto para seguir las diferentes carreras, pero a última hora le dijo: "Espera, no sea que me lo gane en Gotemburgo". Ya lo tiene, acompañado además de un título mundial. Sólo le falta por conseguir una cosa: la camiseta que llevó durante la carrera. No era la suya, sino la de Valentín Massana. La que le dieron con la equipación se le olvidó en Vitoria. Sólo podía encontrar otra igual entre los marchadores -está confeccionada de un tejido más transpirable que la de los corredores de pista- y la de Massana era de su talla. "Supongo que me la dará; al fin y al cabo, una medalla de oro vale más que una de plata y él ya tiene otra con la que fue campeón mundial. Para mí, en cambio, es la primera. Y puedo asegurar que da suerte", bromeó Fiz.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.