Los López y los Pérez, a casa

"Es muy duro competir contra gente tan buena. Son como animales. Cuando Michael Johnson me pasó, él empezaba a correr y yo ya estaba al límite de mis fuerzas". Éstas eran las primeras y las últimas impresiones de Pablo Escribá, un atleta eliminado en la primera serie de los 400 metros, tras su debú en la alta competición. Sufrió el choque de su vida en menos de un minuto.Escribá tenía previsto regresar a España el viernes próximo, por si iba pasando eliminatorias, pero él quiere volverse mañana mismo a casa. En su misma situación, un buen puñado de competidores españoles: López, eliminado en triple salto; Pérez, en martillo; Mardomingo, en 100 vallas; Frutos Feo, en 100... Un viaje de un día al Mundial.

Ellos forman el grupo de los españoles que han sido eliminados a las primeras de cambio; aquellos que llegaron a la villa de los atletas sin poder ocultar un gesto de decepción. Pero aun así tenían que simular para no contagiar el pesimismo a aquellos que habían de competir por la tarde y lo tenían tan difícil como ellos. Tal era el caso de todos los hombres de 800 (Díaz, Arconada y De Teresa), que fueron eliminados.

"Le sigo"

Escribá (23 años, Valencia) se tomó su fugaz aparición por Gotemburgo -no llegó a estar 47 segundos en la pista, demasiados en todo caso- con resignación. "Vine para hacer al menos dos carreras, pero aquí el nivel es altísimo", dice el cuatrocentista valenciano. "En la salida me di cuenta de que yo era el único corredor blanco en la serie. Vi a Michael Johnson y el norteamericano estaba como ausente, muy frío, iba a lo suyo, mientras los demás rivales le mirábamos. Al principio no me impresionó que me tocara correr a su lado; es más, me dije 'pues cuando me pase, le sigo'. Y fue el tío y me pasó prontísimo. Me fue imposible seguirle la estela".El hecho de que Escribá compita en una prueba en la que jamás podrá ser, no ya el mejor del mundo, sino ni siquiera estar entre los mejores, no le causa ninguna frustración. "Yo corro por mí mismo, por mejorar mis marcas, que pueden permitirme, si sigo progresando, alcanzar un nivel europeo muy bueno", explica el fugaz mundialista. "Los Mundiales son otra cosa".