Carta a los rapados

Queridos skin heads: realmente sois más inteligentes de lo que nos creemos. Habéis conseguido levantar un generalizado sentimiento de repulsa e indignación hacia vosotros, seguido de la más absoluta inoperancia a nivel político y social. Sólo tenéis una posesión absoluta: la violencia. Vuestra ideología es una confusión psicopatológica que aúna la reverencia por los difuntos Adolfo y Francisco con la expresión en un campo de fútbol de vuestros problemas familiares y sociales. Todo esto, acompañado por una sólida incultura que sólo os lleva a achacar los problemas de España a los moros, los negros y los dominicanos, nos ha llevado a teneros un miedo basado en vuestro único estandarte: la violencia. Una violencia incontrolada, etílica, alucinógena, que expresa un odio y una rabia que, seguro, no os habéis parado a analizar porque carecéis de capacidad de análisis.He visto en televisión a un rapado que afirmaba que en el transcurrir de su vida -cuando tenga novia, encuentre trabajo, se case- dejaría su aterradora apariencia externa, sus tirantes, sus botas, su calva, pero que nunca perdería lo que lleva dentro. Esto sí que me preocupa aún más que su ignorante violencia, porque cuando alguien se propone no olvidar su vacío interior, se convierte en un peligro exterior todavía más violento que en su violenta juventud.

La solución a este problema es muy compleja, seguro, pero no podemos minimizar su importancia como ha hecho la delegada del Gobierno en Madrid, Pilar Lledó, porque sus acciones sólo están comenzando a desarrollarse y han encontrado un acomodo magnífico dentro de una sociedad que engendra una violencia latente y donde hay muchos skins con traje, sirvienta dominicana y posición acomodada.-