Los 'chepazos' de 'correcaminos'
Arsenio González, el 'abuelo del ciclismo español, no se cansa de encadenar carreras
El quinto español en la general está en el puesto 22, muy cerca de la plaza en que terminó el Giro. Y, sin embargo, Arsenio González dice que está "en lo justo". Así, y todos los días por delante. Su figura inconfundible cuando saca chepa -o sea, da un chepazo-, los brazos. como alerones, cubre un hueco en el pelotón español, el del veterano de calidad que sé convierte en lugarteniente. Alguien que conoce el oficio.A Arsenio aún le hace ilusión buscarse en la clasificación general. "Tiene 35 años y corre con la ilusión de un chavalín de 22, aunque sea un cascarrabias", dice de él Ramontxu González Arrieta. "Bah, Ramontxu exagera porque somos vecinos y amigos y nos entrenamos juntos" responde Arsenio. O quizá Ramontxu no exagere. A Arsenio le llaman correcaminos. Lleva 13 anos haciéndose entre 34.000 y 36.000 kilómetros anuales sobre una bicicleta. Encadenando giros, tours y vueltas. Trabajando para otros. Sólo cuatro victorias menores en su historial particular. En el otro, en el que cuenta para el mundillo ciclista, muchos más. Como gregario de lujo Pocos le igualan. "Con Arsenio en un equipo pocos pueden fallar", decía con admiración Ugrumov en el último Giro.
Arsenio, un burgalés emigrado de joven a Bilbao, corrió hasta hace un mes un Giro, agotador. Tony Rominger se puso líder el segundo día y todo el Mapei se unió en el devoto trabajo por el suizo Arsenio, el primero.
"Al principio siempre piensas que vas a ser un campeón", dice el gigante de Bilbao. "Pero por mis características, he tenido que amoldarme para seguir en esto". Seguir de ciclista es para Arsenio tener que sacrificarse por los triunfos ajenos. "Al principio parece que se te hace más duro trabajar para que otro brille, pero luego te das cuenta de que te valoran el sacrificio. Además, el ciclismo es un deporte de equipo".A pesar de que está aguantando en este Tour como un grande, a Arsenio parece que le falta algo. No es sólo que con la desaparición de Rominger de la lucha por el triunfo haya bajado su "rnotivación". "Es que", dice, "noto que me falta el pulso. Puedo aguantar con los grandes, pero cuando cambian de ritmo, me quedo. Pero sigo adelante porque todo deportista que se precie es ambicioso".
"Soy un profesional y me cuido" , es su credo. Se entrena a diario y no hace el burro. Un ciclista tiene una profesión especial. Es como un viajante, pero más. "Me mantiene aquí la afición". Es difícil que un vendedor ambulante encuentre otra motivación, algo que le ayude a no Sufrir cuando, como Arsenio, sólo pueda ver a su mujer y a sus hijos una semana en dos meses. Días en que se encierra en Bakio, o lleva a la niña al colegio o se dedica a su otra afición, el bricolaje. Todas las reparaciones caseras. quedan en suspenso hasta, el regreso de Arsenio, "Pero luego llega Tony y te lo agradece. Es el mejor premio".
Aunque quizá haya otras cosas que le recompensen más. "Ya me he acostumbrado a no ganar, pero eso no quita para que me apetezca sumar algún triunfo": Pero lo. dice como sin creérselo. Calidad no le falta. Hay pocos como él. Pero, dicen los que le conocen, que le falta mentalidad de ganador. Otros peores que él han ganado. "Bueno, eso no quita para que algún día intente. entrar en alguna escapada ahora que tengo libertad de acción".
Tampoco le gusta dar valor a sus puestos. A terminar el Giro y el Tour entre los mejores. "Eso es algo que viene dado por el sistema de trabajo. Yo me quedo reservado normalmente para hacerle a Tony los últimos kilómetros y por eso suelo llegar delante, pero si me tocara trabajar en los primeros, pues después desaparecería".Se acerca por detrás el retirado Raúl Alcalá, que anda unos días de turista por el Tour saludando a los amigos, y le dice: "Ya te vi ayer, menudo chepazo, echaste". "Llevo todo el año echando chepazos", le responde Arsenio. Así, 13 y los que vengan. "Firmo año a año. Ya he renovado por el próximo. Después veré, pero aún no me he planteado retirarme".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.