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DANZA ESPAÑOLA

Un certamen coreográfico, visto por tres generaciones de bailarines

Las grandes figuras del baile, sentadas en el patio de butacas; los auténticos protagonistas, seis grupos casi desconocidos de jóvenes bailarines, luchando sobre las tablas para hacerse un hueco. La final del Certamen Coreográfico de Danza Española, que se celebra por cuarto año consecutivo, concentró en el teatro Albéniz a tres generaciones de la danza, representadas por Joaquín Cortés, Mariemma y José Antonio. Su fallo, solicitado por EL PAÍS, no coincidió con el del jurado.

Casi todos los que llenaban a rebosar el Albéniz el domingo por la noche eran amigos. "Debía haber muchos más certámenes como éste, Son muy importantes para los jóvenes", repetía una y otra vez Joaquín Cortés, que sin haber cumplido los 30 años es ya una figura consagrada. En una de las primeras filas estaba sentada Mariemma, rodeada de varias de sus discípulas. Más joven que Mariemina y con mas anos que Cortés, José Antonio, el anterior director del Ballet Nacional español, tampoco se perdió la cita. El certamen lo organiza la norteamericana Margaret Jova y lo patrocinan la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Cultura.Entre los seis grupos finalistas que actuaron el domingo, estaba la última generación de bailarines. Noé Barroso y Alfonso Losa, de 13 y 14 años de edad, interpretaron Aquí no pasa na, una pieza flamenca de María Gloria Sánchez, en la que además se colaba el humor. Juntos pusieron en pie al público.

Antes de saber el veredicto del jurado, María Rosa lo tenía muy claro: "Hay una gran bailarina, Mayte Bajo, que toca las castañuelas casi casi como las he tocado yo. Los dos pequeños son una promesa", decía. Joaquín Cortes y José Antonio coincidían en la pieza que ellos hubieran premiado: Suspiro del moro, de Diana San Andrés y Antonio Najarro. "Aunque no puedo ser imparcial, porque los dos son bailarines de mi compañía", confesaba José Antonio. "Y sin menospreciar ninguno", añadía. A Joaquín Cortés le habían gustado "con locura" los dos pequeños.El jurado (Antonio Canales, Raúl Cárdenes, José Luis Greco, Luis Dávila y Luisillo y Tomás, de Madrid) leyó el nombre de los premiados. El primer premio fue a parar a En flamenco, de Rosa María Grau, interpretada por el grupo Color Danza Española. El segundo se le otorgó a Manuel Segovia, por su jota, a la que llamó Ceralia. Y el tercero, a Emilio Hernández, por España sinfronteras.

El premio a la mejor bailarina se lo llevó Maite Bajo. Y al jurado no le quedó más remedio que inventarse una mención especial y premiar a Noé Barroso y Alfonso Losa. Los dos niños botaban de alegría a la salida del teatro con un papelito en la mano: era el autógrafo de Joaquín Cortés.

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