Miguel impone

Ha sido un día típico de Tour. Muy rápido y muy parecido a las etapas que se disputaron en Inglaterra el año pasado. Ha sido un continuo sube y baja. Desde las primeras cotas había que estar en cabeza porque era un terreno muy sinuoso. Si se trataba de no perder la cabeza era más que nada por estar cerca de Miguel. En las cotas la carretera se estrechaba bastante y había que estar a su lado por si pinchaba darle una rueda. En esos momentos el pelotón va muy estirado y los coches, que están bastante atrás, tardarían mucho en llegar con el repuesto. El día ha sido también muy duro por la temperatura. Ha hecho mucho calor y varios corredores lo han pagado, como por ejemplo Frattini, que era uno que andaba bastante bien y que era muy respetado. Estaba bien colocado en la general y ha perdido casi 17 minutos.Hemos visto todos a un Miguel increíble, sensacional. Y no sólo por el tirón. Le he visto atacar en la primera cota de tercera categoría porque delante iba un cuarteto, con Jalabert entre ellos. Y he visto a corredores como Zülle, Riis y Rominger quererle aguantar y no han podido. Y cuando ha atacado en la penúltima cota ha estado sensacional. Nadie le permitía nada y él se ha marchado por su fortaleza. Y hemos visto a Bruyneel aguantando a su rueda y cómo tiraban por detrás un grupo con ONCE, Mapei y Gewiss que no han podido hacer nada. Lo mismo que un grupo intercalado con Jalabert que ha reventado.

En el momento en que atacó, ya en el final de una cota, todos estábamos muy justos, intentábamos recuperar, coger aire porque la subida nos había dejado asfixiados y ése es el momento típico de descanso.

En esta etapa yo ya no podía permitirme el lujo de andar tranquilo a cola de pelotón. Era un día para estar por la cabeza, sobre todo en la segunda parte de la etapa, que era cuando más dura estaba. Yo tenía que estar arriba apoyando a Miguel. He estado en un par de cortes, en uno de ellos con Breukink y Virenque. Mi misión en esos casos es de hacer de freno. No entrar al relevo.

El ataque de Miguel no estaba pensado de salida. No ha sido un golpe premeditado. Bruyneel iba delante con unos metros de ventaja. Miguel me comentó que tiráramos a bloque. Yo tiré y vi que algunos iban flojos. Entonces él remaché. Sus rivales se han llevado una buena sorpresa. Porque Miguel impone.

corre el Tour con Banesto.