Calor certificado
Correos envia seis trabajadores de una oficina que habían amenazado con trabajar en la calle
Los carteros de Arganzuela combatían ayer por la tarde el calor de su covacha sin ventanas con seis ventiladores nuevos que la dirección de Correos les había mandado por la mañana en atención a sus protestas. Los trabajadores habían amenazado el día anterior con hacer su trabajó,en medio de la calle. Pero la solución no fue la perfecta.Los ventiladores amenazaban con hacer volar las cartas que ellos tan sudorosamente clasifican.
Los ventiladores llegaron pocas horas antes de que los 37 empleados del turno de mañana -por la tarde van otros 35- se manifestaran en las puertas de la oficina del paseo de los Olmos por las pésimas condiciones en las que tienen que desarrollar su trabajo, por la falta de personal y, sobre todo, por las altas temperaturas que soportan en un espacio de unos cien metros cuadrados. Temperaturas que llegan a alcanzar los 45º en los días de máximo calor.
Segun ha manifestado Manuel Nadales, jefe de relaciones externas de Correos y Telégrafos, la reforma del distrito 5 ya está terminada; pero únicamente falta "salvar un trámite burocrático": que los vecinos autoricen la instalación del condensador del aire acondicionado.
Pedro Rodríguez, portavoz de CC OO, sindicato que convocó la protesta, explicó que también exigen a Correos que dote a la oficina con más personal, ya que la zona en la que ellos trabajan, el Pasillo Verde de Arganzuela, ha aumentado la población -ahora cercana a los 70.000 vecinos- y están saturados. Como respuesta al sindicato, Nadales afirmó que la inspección de reparto está haciendo un estudio del distrito y, si realmente es necesario, dijo, "se ampliará con el personal que haga falta".
La benjamina de los carteros, una bilbaína de 23 años que prefiere ocultar su nombre porque tiene pendiente la resolución del traslado a su ciudad natal, comentó que padecían, bastante, porque el trabajo ha aumentado considerablemente: "Llevamos, carros rotos. A mí me atan las ruedas con cuerdas los porteros de las casas, y si me quejo, el jefe me dice que coja la cartera que para eso está".
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