Un edil del PP: "Los inmigrantes del puente están ahí por su gusto"
El concejal del distrito de Arganzuela, Clemente Torres, declaró ayer a EL PAÍS que las personas marginadas que viven bajo el puente de Méndez Álvaro -donde murió el miércoles en un incendio el inmigrante de Sri Lanka Suppiah Selvarajah, de 31 años- "están allí porque quieren". A Torres no le cabe ninguna duda de que algunas de las personas que pernoctan en tiendas de campaña o entre la basura -con el hormigón del scalextric como único techo- tienen pisos en Móstoles. Pero no aporta ningún dato concreto y tampoco aclara cómo se ha enterado.
"Son mis pesquisas", explica como justificación, y se refiere a "informes policiales" de los que no aporta ningún dato: ¿Por qué entonces prefieren vivir en el peor gueto de miseria de la capital? "Habría que preguntárselo a ellos", manifestó.
"Todo ese personal ha pasado muchas veces por la calle de Los Madrazo [sede de la Brigada Provincial de Documentación, a la que van los inmigrantes a gestionar permisos y también por estancia ilegal o delitos], no tienen profesión, tienen vidas ilícitas". Torres no escatima descalificaciones: "Viven del cuerpo de las mujeres que prestan sus servicios en los alrededores".
El edil de Arganzuela (que repetirá en su puesto, otros cuatro años) tampoco modera el tono al referirse a la muerte de Selvarajah: "Más que una muerte, fue un asesinato; estaba drogado al máximo, no hay más que preguntárselo a cualquiera de los que viven allí". Torres no explica qué hechos le llevan a pensar en un asesinato, ni aclara si especula con un incendio intencionado o una adulteración de droga.
El concejal asegura que ha visitado en alguna ocasión la zona, la última vez el miércoles por la mañana. Pero no intercambié ni una palabra con ninguno de los marginados. "Con ellos es muy difícil hablar", asegura.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.