Cruyff saca el látigo y Eusebio invita a la rebelión

Estalló el vestuario del Barça. Cruyff sacó el látigo y Eusebio invitó al colectivo a rebelarse contra la dictadura del técnico. Desde ayer hay dos grupos de entrenamiento, los que irán a Bilbao (17) y los que no (5); se estudia la conveniencia de concentrar al equipo en el Muntanyá; no hay, de momento, descanso semanal; y se ruega a los futbolistas que anulen los actos sociales. La normativa dictada por Cruyff fue replicada por uno de los marginados en el ensayo. Eusebio dijo: "Es el momento de decir basta". La consigna de los técnicos es conseguir por todos los medios que el equipo puntúe el domingo en San Mamés, para asegurarse la Copa de la UEFA.La derrota del Albacete ha dejado serias secuelas en el Camp Nou. La jornada de ayer comenzó con sorpresa. Cruyff reunió a 17 jugadores en el campo y mandó a otros cinco con su ayudante Toni Bruins. Los señalados eran Eusebio, Korneiev, Escaich, José Mari y el joven Enrique Álvarez que acaba de ascender del filial. "Hay que marcar las líneas de convivencia para sacar un buen resultado en San Mamés", sentenció Johan Cruyff, mientras Eusebio decía sentirse humillado. "De esta forma", matizó el técnico, "los jugadores ya saben quien viaja y quien no a Bilbao".

¿Es un principio de disciplina?, se le preguntó a Cruyff, aprovechando su intervención en una comida coloquio celebrada en el Círculo Ecuestre de Barcelona. "Si los resultados no vienen de otra manera, hay que impo nerla", respondió, tras matizar que tiene una absoluta confianza en que el equipo conseguirá en San Mamés el punto que necesita para disputar la UEFA.

"La tropa, sin estrellas, no funciona", puntualizó. "Las estrellas envejecen -llegó a decir que Romario era un mal ejemplo para los jóvenes-, por lo que tiene que venir gente nueva que tome el mando. Y a quien tenga menos calidad, debe aplicársele más disciplina". Tal afirmación ripidió advertirl acto seque los nuevos fichajes aportarán ilusión, pero no solucionarán los problemas del club: "Es como el caso de Gil. Tienen buenos jugadores, pero cambiando 10 veces de entrenador no se solventa el problema".

Ley del silencio

Cruyff impuso ayer la ley del silencio a sus jugadores. No quiere que pierdan la concentración para San Mamés. Eusebio, un hombre siempre discreto, rompió la norma. El no viajará a Bilbao. "Me he sentido humillado, discriminado. Ha sido una falta de respeto. Yo les animaría [a sus compañeros] a levantar un poco la voz. No se pueden permitir ciertas cosas", afirmó. Eusebio reprochó a Cruyff el daño de la medida adoptada: "Este sistema provoca miedo y que el vestuario se esté volviendo demasiado cobarde. Yo no estaré aquí el año que viene y sólo pido un poco más de respeto para mis compañeros. Es el momento de decir basta"..