Los 'ultras' del fútbol se desmarcan
Mientras la Policía confirma que skin-heads (rapados) y red-skins (pieles rojas) "sólo buscan enfrentarse entre ellos", otro grupo, el de los seguidores ultras del ya descendido a Segunda División Real Valladolid asegura que no tienen nada que ver con los grupos violentos, "que utilizan argumentos de carácter político para agredir a la gente"."No somos germen de violencia, somos su antibiótico", dice un portavoz de la asociación DPM (siglas que algunos identifican con de puta madre). Esta organización agrupa a unas 40 personas, en su mayoría espectadores del fondo norte del nuevo estadio José Zorrilla de Valladolid, a los que se da en llamar ultravioletas.
Este colectivo, cuyo portavoz no reniega de la adjetivación ultra, dice defender "la no violencia" e intentar apartar la política del fútbol", pero algunos jóvenes radicales le culpan de ser el responsable de muchos enfrentamientos entre bandas rivales.
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