La bandera, patas arriba

La joven bandera de la Comunidad, creada entre 1982 y 1983 por una empresa de diseño gráfico, tiene siete estrellas plateadas, cuatro arriba y tres abajo. Sin embargo, algo aparentemente tan sencillo no ha calado en la retina de los ciudadanos. El estandarte madrileño está al revés en muchos edificios públicos y privados.Gaspar Sanabria Caballero, de 43 años, es un hostelero madrileño para el que este detalle no ha pasado inadvertido. Un día, paseando por la ciudad, reparó en un edificio en el que flotaban varias enseñas. Observó uno a uno los estandartes, hasta llegar al de la Comunidad de Madrid. Se quedó perplejo: la bandera madrileña estaba al revés. Desde ese día se rijo en todas las banderas con las que topaba, hasta llegar a la conclusión de que un buen número de enseñas de la Comunidad de Madrid estaban mal colocadas.

"Es imposible"

Acompañado por su hija de 18 años, Patricia, Gaspar se dedica a fotografiar por todo Madrid este fallo, al que él mismo quita trascendencia. "Evidentemente, no se trata, de algo importante, no es un drama. Sólo es que yo soy muy observador y siempre me fijo en las banderas, y me sorprende que en muchos lugares públicos el estandarte de la Comunidad aparezca boca abajo, con las cuatro estrellas mirando al suelo. Algo así nunca ocurriría en otra comunidad".Según Gaspar Sanabria, no es la bandera de la Comunidad la única víctima de este despiste protocolario. "En la plaza de la Villa, en el Ayuntamiento de Madrid, la bandera de Europa, la azul con estrellas amarillas, también está colocada al revés". afirma. "¡Pero si hasta en el velatorio de Lola Flores la de la Comunidad estaba mal colocada!", añade Sanabria.

Según el gabinete de protocolo de la Comunidad de Madrid, colocar la bandera mal es imposible. "¿Y cómo puede ser? Pero sí es materialmente imposible colocar al revés la bandera. De verdad, están fabricadas de tal manera que no hay forma de ponerlas mal. Es muy raro". Pero lo cierto es que no es tan imposible, porque la bandera de la Comunidad, creada entre 1982 y 1983, aparece colocada en sentido inverso, con las cuatro estrellas mirando al suelo, y no al cielo, en institutos cómo el Cardenal Cisneros, la Casa de América, el colegio público Giner de los Ríos o la Jefatura Provincial de Tráfico.

Para Gaspar Sanabria, se trata de una prueba más de la "ostentación de incultura autonómica" que demuestran algunas entidades madrileñas. "Yo tenía un compañero en la mili que era muy rojo, hasta tal punto que en todas sus cartas ponía los sellos de Franco al revés. Pero no creo que nuestra bandera tenga nada que ver con lo que mi amigo quería demostrar poniendo al dictador boca abajo... Lo nuestro es simplemente desidia".

El carmesí de la bandera simboliza a Castilla, y las siete estrellas hacen referencia a la constelación de la Osa Menor, un grupo de estrellas fácilmente visible desde Madrid.