El futuro de ficcion
Las series de produccion propia triunfan en España y fracasan en otros países
La televisión del futuro pivotará sobre las series de ficción de origen nacional, mientras que los programas musicales están en peligro de extinción. Concursos y reality show correrán la misma mala suerte, en tanto que espacios del estilo de Lo que necesitas es amor, o Quién sabe dónde tienen vida para otros cinco años. Pero para que las telecomedias y series dramáticas sean rentables, tendrán que abaratarse los costes, según han puesto de manifiesto expertos en programación durante un foro sobre nuevas tendencias en televisión organizado por la FNAC de Madrid.En la actualidad, el precio por capítulo de una obra propia oscila entre los 30 y los 60 millones de pesetas. Actores de primera fila como Alfredo Landa, José Sacristán o Verónica Forqué pueden llegar a absorber el 50% del presupuesto de una serie, en opinión de los analistas. "Hay que acabar con los precios excesivos de las estrellas; de lo contrario, éstas acabarán con la televisión", opina Alejandro Lavilla, director de programación de La 2.
Si bien la ficción es un género en alza en toda Europa, las series no son "intercambiables" entre los países. "Lo que gusta en Francia no gusta en España, y viceversa. A pesar de ser públicos muy próximos, son muy diferentes", añade. "Lo que la audiencia quiere ver son historias locales, con guiones en los que los telespectadores se vean reflejados y protagonizadas por actores nacionales" apunta el directivo de La 2.
Ejemplo claro de las dificultades que surgen a la hora de exportar estos productos es Farmacia de guardia. La popular telecomedia de Antena 3 arrasa semana tras semana en España -el jueves pasado enganchó a 5.110.000 telespectadores-, pero es un sonoro fracaso en Portugal, según puso de manifiesto José Manuel Rodríguez, directivo de Videomedia, productora responsable de Lo que necesitas es amor y Esta noche,sexo.
En los próximos años, las productoras privadas y las ditribuidoras están llamadas a desempeñar un papel cada vez más importante. Para Felipe Pontón, analista de televisión y experto en programación, estas empresas "darán solidez al sistema general de televisión" siempre y cuando contribuyan a consolidar una industria y no nazcan para hacer programas coyunturales.
Para evitar el fracaso de los programas de producción propia por causa de una mala planificación, las cadenas tenderán a incrementar la inversión destinada a perfilar al detalle el formato, estudiar el día y la hora de emisión y seleccionar al presentador idóneo" añade Pontón. En los próximos años no se mitigará, sin embargo, la obsesión por las audiencias. "Cada punto que sube una cadena en el share -porcentaje de telespectadores- supone 2.000 millones de pesetas en concepto publicitario", matiza.
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