"Estoy en forma para gobernar España"

El líder del principal partido de la oposición se dio ayer, complacido, un baño de multitudes en la plaza de toros de Murcia. Lo agradece. Quizá recuerda aún los actos de su primera campaña como candidato a diputado, en Castilla y León, cuando eran más los acompañantes que el público. Por primera vez, José María Aznar hizo subir al escenario a su esposa, Ana Botella, que vestía con un conjunto verde pastel, para que recibiera con él los aplausos, después de haber dedicado una mirada pícara a una muchacha encargada de reaprovisionarle de agua. El líder del PP adoptó un tono de confidencia ante la multitud para decir: "Estoy en buena forma para gobernar España".El coso estaba repleto desde la arena hasta la bandera. El calor era de bochorno y los mosquitos acribillaron sin misericordia al respetable. El protagonista intervino en mangas de camisa, después de haberse despojado de la americana del traje.

Aznar hizo varias veces el paseíllo a lo largo del escenario, mientras le coreaban "presidente, presidente" a ritmo de palmas, daban vivas a la madre que le parió o le gritaban "macho".

En una de éstas, reconoció que lo agradecía porque aprovechaba "para tomar un chupito de agua". Una estilizada joven con pantalones color granate apareció con otro vaso y el presidente del Partido Popular dejó deslizar su mirada obre la figura femenina mientras se marchaba del escenario. Hubo silbidos, y Aznar le pidió que volviera a subir y le dio un beso.

Luego, en un gesto inédito, reclamó la presencia de Ana Botella, que pasó un cierto sofoco mientras recibía una fuerte ovación del público. Aznar realizó el habitual llamamiento final en solicitud de ayuda "para sacar España adelante" en plu ral, en nombre de ambos. Antes había dicho: "Estoy en buena forma, no sólo para hacer faenas tan importantes como ésta

[en referencia al lleno total del recinto taurino] sino también para gobernar España".