El Compostela se aferra en San Lázaro a sus raíces
La sangre de casa salvó al Compostela. El veterano Moure, el único santiagués de la plantilla y el último superviviente del equipo que jugó en Tercera División, se apareció a cuatro minutos del final para enderezar un partido veleidoso, que se había torcido de forma increíble para el Compostela. La tarde entera constituyó un formidable atentado a la lógica futbolística. El Sporting fue mejor en la primera parte y acabó perdiendo 2-0. Llegó al segundo tiempo con el ánimo exhausto y un jugador menos, pero en un par de ráfagas empató el partido. Hasta que el viejo Moure, que no había jugado apenas esta temporada, hizo de Apóstol Santiago en el minuto 86.
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