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En Madrid ganó Jacques Chirac

Los franceses en España votan más a la derecha que sus compatriotas en Francia

, Serge Leroux, el cónsul de Francia en Madrid, fue implacable. A las seis de la tarde de ayer ordenó al gendarme que cerrase la puerta metálica del Consulado General en la calle del Marqués de la Ensenada, y tres electores tardones se quedaron sin votar. "La democracia es también formalidad", declaró para justificarse.Aquellos franceses que habían logrado introducirse en el recinto consular segundos antes de la hora fatídica pudieron todavía ejercer su derecho al voto. Alas 18.10 se cerraron finalmente las urnas y empezaba el recuento. El escrutinio iba a confirmar, una vez más, que los franceses en España votan más a la derecha que sus compatriotas en Francia.

Entre los 12.000 inscritos en el Consulado francés en Madrid, cuya demarcación abarca Castilla-La Mancha, Castilla y León y Canarias, predominan los ejecutivos de empresas francesas y mujeres casadas con españoles, cuya posición social les inclinó mayoritariamente en la primera vuelta de las elecciones presidenciales hacia los dos candidatos neogaullistas. "En Madrid", recuerda un elector,

nunca ganó François Mitterrand en las anteriores presidenciales".

De los 4.307 electores franceses inscritos en la demarcación. de Madrid acudieron ayer a votar 2.166. El alcalde de París, Jacques Chirac, obtuvo el 3 1 % de los sufragios -un 11 % más que en Francia-; el socialista Lionel Jospin se situó en un segundo puesto, con el 28%, y el actual primer ministro

Edouard Balladur, figuraba en. el mismo tercer lugar que en Francia, con el 25,5%.

Cuando tuvo los resultados en la mano, Leroux informó a su embajador y se los comunicó, mediante un telegrama, a la, comisión electoral del Ministerío de Exteriores en París. Concluía así una larga jornada que se. desarrolló "con absoluta normalidad". Algún súbdito de la República se quejó de no poder depositar su voto porque había desaparecido de la lista de inscritos. María Luisa, una franco española, se extrañaba de que la hubiesen regañado por no aislarse en la cabina para introducir su papeleta en el sobre. "En España casi nadie utiliza las cabinas", recordaba. Las incidencias no pasaron de ahí.

Como en Francia, los tres colegios electorales madrileños abrieron a las ocho de la mañana, pero sólo hubo una gran afluencia de público a partir de mediodía, justo antes del almuerzo, y poco antes del cierre, cuando se formaron colas. De Canarias no vino ningún francés a votar a Madrid, pero sí llegaron electores desde Valladolid. Aquellos que no se desplazan hasta Madrid pueden también delegar el voto.

Cerrados los colegios, empezó en la residencia del embajador francés una fiesta para seguir en tres, aparatos de televisión, dos de ellos conectados con la cadena pública, los resultados. Los franceses son más elitistas que los norteamericanos y sólo un centenar de personas habían sido invitadas. Entre ellas figuraban algunos diputados españoles de una asociación de amistad con Francia y embajadores de países francófonos acreditados, en España.

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