La 2 explora el lado oscuro de Latinoamenca en "Nazca'

Esta noche, a las 22.00, La 2 estrena Nazca, una superproducción de intriga político-antropológica realizada por Benito Rabal. A lo largo de 16 episodios, dos jóvenes buscarán por América Latina a su padre, descubrirán un sórdido entramado criminal y destaparán las maniobras de un emporio farmacéutico afincado en la Amazonia. Amaia Merino y Ginés García Millán encabezan un reparto en el que destaca Paco Rabal, padre del realizador.

Benito Rabal acapara actualmente el prime time con dos series, Nazca, desde hoy en La 2, y Curro Jiménez: El regreso de una leyenda, los martes en Antena 3. Para el realizador, se trata de "una feliz coincidencia, sobre todo teniendo en cuenta que llevo casi siete años sin estrenar nada".Parte de la culpa de este silencio profesional se lo debe a Nazca, un proyecto en el que ha invertido cinco años: dos en la preparación de los guiones y las localizaciones, casi otros tantos en el rodaje en 14 países y otro año para el montaje definitivo. Alrededor de dos millones de dólares (casi 260 millones de pesetas actuales) fueron invertidos en un proyecto participado por TVE (751/6) y la productora International Network Group (25%).

Nazca (Amaia Merino) y Diego (Ginés García Millán), hijos de Pablo Echevarría, escritor y científico, emprenden un viaje por toda América Latina en busca de su padre, al que' todos dan por muerto tras haber descubierto un peligroso entramado criminal en tomo a los experimentos de una compañía de productos farmacéuticos-.

Una novela de caballería

Arranca así la intriga de una serie que el realizador define como "dura, pero no truculenta. Es una historia de amor a los hombres y a los pueblos. También es como una novela de caballería de nuestro tiempo: los héroes no buscan el Santo Gríal,. buscan a su padre, pero el viaje es igualmente purificador".

Estrenada en Chile, la serie logró buenas. audiencias y superó así los obstáculos aparecidos durante el rodaje. "Nos sentíamos un poco acosados. En México se nos prohibió rodar un episodio sobre la corrupción policial, y tenemos constancia de que muchas embajadas reclamaron la suspensión del proyecto. El Miami Herald llegó a acusarnos de ser una tapadera de la Internacional Comunista", confiesa Rabal.

El realizador reconoce que la experiencia ha sido "única y apasionante. Además, trabajar con mi padre es un gustazo."

También recuerda la imposibilidad de rodar en Panamá porque el rodaje coincidió con la invasión del país. A propósito del estreno, Benito Rabal destaca que prefiere que se emita en La 2 "porque nos salvamos de la guerra de audiencias, aunque me hubiera gustado que alquiler en TVE hubiera tenido el detalle de llamarme o de explicarme por qué han tardado cuatro años en emitirla."