La Buena Vida trae frescura de Guipúzcoa

, Se ha dicho del sexteto donostiarra La Buena Vida, que hoy presenta Su segundo disco en Madrid, que lo suyo es el pop burgués y naïf, y todo porque no hacen ruido, cantan en castellano y la sencillez es su bandera. La Buena Vida factura, sobre todo, pop por la cara. Servido sin ningún tipo de pretensión ni afectación y dotado de una inmediatez que puede recordar a los primeros grupos de pop de los sesenta y a las canciones inolvidables de Françoise Hardy, entre otras cosas.

Pero es muy difícil que su manera de ver las cosas se hubiera dado en otra ciudad que no fuera San Sebastián. Las barandillas de la Concha, la parte vieja, el chateo, el recoleto -y ése, sí, naïf- parque de atracciones de Igueldo, con su montaña rusa y su funicular, se encuentran en cada surco de sus dos discos publicados hasta la fecha. La placidez de esa villa provinciana, no exenta del cosmopolitismo de su Semana Grande y su Festival de Cine, ha traspasado a sus canciones. Son historias cotidianas, de pandillas, emociones y recoleterías. Pero, a pesar de tanto preciosismo y exquisitez, es difícil que caigan en la blandura ñoña y banal.

La Buena Vida actúa hoy, día 22, en El Sol (Jardines, 3, metro Sol). 0.30 horas. 800 pesetas.