Los restos atribuidos a doña Blanca de Navarra regresan a la iglesia de Santa María de Nieva

Será el primer personaje histórico español sometido a las pruebas del ADN

Los restos atribuidos documentalmente a la reina Blanca I de Navarra reposan nuevamente, desde ayer, en la iglesia parroquial de Santa María la Real de Nieva, en Segovia. En días anteriores se le han extraído muestras para ser sometidas a las pruebas biológicas del ADN, las primeras que se realizarán a un personaje histórico español. El director general de Patrimonio de Castilla y León manifestó ayer que no hay ninguna petición oficial del Gobierno de Navarra para recuperar estos restos, aunque algunas autoridades navarras contemplan la posibilidad de hacerlo.

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Los restos atribuidos documentalmente a la reina Blanca I de Navarra reposan nuevamente, desde ayer, en la iglesia parroquial de Santa María la Real de Nieva, en Segovia. En días anteriores se le han extraído muestras para ser sometidas a las pruebas biológicas del ADN, las primeras que se realizarán a un personaje histórico español. El director general de Patrimonio de Castilla y León manifestó ayer que no hay ninguna petición oficial del Gobierno de Navarra para recuperar estos restos, aunque algunas autoridades navarras contemplan la posibilidad de hacerlo.

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Los restos atribuidos a la reina Blanca I de Navarra fueron de positados, ayer por la mañana, al lado izquierdo del altar de la capilla mayor de la iglesia parroquial de Santa María la Real de Nieva (Segovia) -un monumento que cuenta con partes de estilo románico y otras del gótico-, en el mismo lugar donde aparecieron en el mes de octubre del año pasado, tras levantar unos azulejos que cerraban los muros del presbiterio, mientras que se desarrollaban unas obras para adecuar este altar a la cele bración de la Eucaristía, de acuerdo con las exigencias del Concilio Vaticano II. En el informe antropológico y paleopatológico de los restos, elaborado por el profesor de la Universidad Complutense José Manuel Reverte Coma, se indica. que tanto la edad, estatura y fragilidad del esqueleto, unido al lugar de. enterramiento y circunstancias. que lo rodean, coinciden con las que se atribuyen históricamente a Blanca I. Sin embargo , este experto considera que la prueba definitiva sería el estudio del ADN, tanto en esos restos como en los, que puedan existir del padre de la reina de Navarra, Carlos III el Noble, enterrado en la catedral de Pamplona, y del hijo de ésta, Carlos, príncipe de Viana, enterrado en el monasterio de Poblet.

Mientras que vanos expertos enviados por el Gobierno de Navarra ya han recogido unas muestras de los restos óseos atribuidos a Blanca I, con el fin de practicar la prueba biológica del ADN, durante el tiempo que estuvieron custodiados en la delegación territorial de la Junta de Castilla y León, en Segovia, fuentes de este organismo han asegurado que, a pesar de la autorización dada por la Generalitat de Cataluña, los monjes que custodian el enterramiento del príncipe de Viana, en Poblet, no han dado aún el correspondiente permiso para la exhumación.

La urna con los restos óseos, que fue transportada en el maletero del vehículo oficial del delegado territorial de la Junta, Luis Pérez de Cossío, fue recibida en Santa María de Nieva por un grupo de unos diez jóvenes, quienes portaban una pancarta en la que se leía: "Blanca de Navarra, bienvenida a ésta tu villa".

En el salón de Plenos del Ayuntamiento el director general de Patrimonio de Castilla y León, Carlos de la Casa, y el delegado territorial procedieron a la entrega de la urna al obispado de Segovia.

De la Casa explicó que, de acuerdo con la Ley de Patrimonio, el Gobierno castellano-leonés tenía la opción de depositarlos en el museo o dejarlos en el pueblo, previo su análisis antropológico, pero se optó porque volvieran a su lugar de origen.

Tras hacer hincapié en que no servirá de nada la prueba biológica del ADN si no se compara con la de otro familiar de Blanca de Navarra, De la Casa dijo al público: "No hay ninguna petición oficial del Gobierno navarro [para que esos restos sean llevados a la comunidad foral], mientras que la intención de la Junta de Castilla y León y de su presidente, Juan José Lucas, es que se queden aquí".

Documentos

La ex alcaldesa de Santa María con la desaparecida UCD, Carmen Muñoz, abogada y funcionaria de las Cortes de Castilla y León, quien aseguró ante los asistentes que fue la primera persona que identificó documentalmente los restos aparecidos en la iglesia con los de Blanca de, Navarra -de lo que levantó acta notarial el 29 de octubre, de 1994-, indicó que el pueblo de Santa María de Nieva es su legítimo depositario. Además, señaló que Blanca I será el primer personaje de la historia de España a quien selle hagan las pruebas del ADN, pues, en su opinión, todos los demás restos de personas reales están identificados sólo basándose en documentos.

Carmen Muñoz, después de comprobar minuciosamente que en la urna se encontraban todos los restos que habían aparecido en la iglesia, se encargó de trasladar la paja desde el Ayuntamiento hasta la iglesia, junto con otro vecino del pueblo, a las 11.15 horas, después de que en el salón de plenos desfilaran ante la urnas abierta todos los vecinos que quisieron ver los huesos. En la iglesia, Carmen Muñoz reiteró "el legítimo derecho a reposar donde el destino y la historia quisieron".

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