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El Espanyol amañó un partido con el Logroñés con Clemente de entrenador

El Espanyol-Logroñés jugado el 22 de mayo de 1988 fue un apaño. Los jugadores de ambos equipos acordaron el empate a cero, resultado que aseguraba a ambos clubes la permanencia en Primera División. Según el reglamento deportivo, el caso ha prescrito. Clemente, actual seleccionador nacional, era entonces el técnico del club catalán. Y Antonio Baró, actual presidente de la Liga Profesional, su presidente. Está probado que hubo votación en las filas del Espanyol y conversaciones entre jugadores. "Al que meta un gol le matamos", se decían los hombres del Logroñés.

"¿Por qué bajó a Segunda el Espanyol?" "¿Por qué se fue Lauridsen?" Las preguntas sobre lo que aconteció en la temporada 1988-1989 se sucedían en el programa Temps era temps, que emitió Ràdio 4 el miércoles. La sorpresa surgió cuando Fernando Martorell, vicepresidente del Espanyol en aquella época y en la actualidad uno de sus mayores accionistas, respondió: "Determinadas personas arreglaron un partido entre el Logroñés y el Espanyol para empatar en Sarriá y salvarse ambos de la promoción y lo digo muy claramente". Martorell agregó que el día anterior al encuentro le llamó un directivo del Logroñés -primero dijo que su presidente [Joaquín Negueruela] y ayer explicó que no sabía qué directivo- insinuándole un amano al que él se negó. Martorell, ayer, precisó que fue un intento de arreglo y que el asunto se había desbordado por ser Clemente el entrenador.El partido en cuestión se disputó el 22 de mayo de 1988, cuatro días después de que el Espanyol perdiera la final de la Copa de la UEFA ante el Bayer Leverkusen.

Según la versión de uno de los jugadores que entonces del Logroñés, Gelucho, ahora retirado, sí hubo conversaciones: "Realmente no me acuerdo de haber recibido alguna indicación al respecto de nuestro entrenador, pero sí de que en el viaje a Barcelona hablábamos de que teníamos que recordárselo a los jugadores del Espanyol antes del partido. Yo particularmente hablé con Zúñiga. Trabajamos mucho antes del partido, Creo que lo hicimos bastante bien. Había un poco de cachondeo y nos hicimos una promesa: 'al que tire a gol le matamos'".

Clemente, en declaraciones a la cadena Cope, dio así su versión: "Reuní a los jugadores y les expliqué las posibles tácticas a seguir. Podíamos hacer presión desde arriba para intentar ganar con el riesgo de perder o jugar a contemporizar para ver qué actitud tenía el Logroñés. Les dejé elegir y optaron por una forma de juego de poco riesgo y yo estuve de acuerdo. Fue un éxito porque conseguimos el resultado que nos convenía. Fue una actitud lógica y muy normal".

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