Instructor de xenofobia

Hans Jörg Schimanek hijo era un niño consentido. Su padre, hasta hace poco popular presentador de televisión, le regalaba soldaditos de plomo. "Desde pequeño sentía fascinación por lo militar y terminó siendo uno de los mejores instructores del Ejército", asegura su abogado. Schimanek, de 31 años, nazi y ex soldado, se presentó ayer en su primer día, de juicio, acusado de ser uno de los líderes, instructor militar y encargado de reclutamiento de la extremista VAPO (oposición extraparlamentaria leal al pueblo).La juez Klothilde Eckbrecht le urgió a responder. "¿Por qué entrenaba usted a cabezas rapadas?". "Yo sólo traté de hacer de esta gente buenos chicos alemanes", contestó. Un vídeo de 20 minutos muestra a Schimanek influyendo en la buena conducta de sus camaradas cuando les muestra cómo cortar a alguien la yugular por la espalda. El ex soldado del Ejército austriaco asegura que eran sólo "éjercicios deportivos".

El acusado afirma que el ardiente discurso del 20 de abril de 1991, que pronunció para celebrar el cumpleaños de Adolf Hitler en una posada de la ciudad de Ginunden, "no tiene connotaciones políticas". La grabación muestra a la banda en pleno, envalentonada por las cervezas, alzando el brazo con el saludó nazi para aprobar las palabras de Schimanek. "Nuestra tarea es instruir a combatientes dispuestos a morir por su pueblo.

[ ... ] Entonces nos pertenecerá la calle y el Estado", gritaba. Con su rostro de buen estudiante, le dijo a la juez que él celebraba "solamente una fiesta de cumpleaños". El fiscal le pide cadena perpetua por "fundar una organización nacionalsocialista".

Hans Jörg Schimanek padre, una celebridad de la pantalla, ahora diputado regional del partido de la derecha xenófoba Los Liberales, ha tenido una influencia indiscutible protegiendo a su hijo favorito. Cuatro funcionarios judiciales reconocieron que eran amigos del ex presentador. El juez al que anteriormente se le había adjudicado la causa reconoció que Schimanek senior le había organizado el banquete nupcial.Pero la juez Eckbrecht ha demostrado que en Austria existen aún muchos incorruptibles. Fue amenazada por el presidente de la Corte. de Viena, Günther Woratsch, amigo de Schimanek, con ser trasladada a otro tribunal, cuando ella se empeñó anteriormente en demostrar las actividades criminales del acusado. "Si dices una vez más algo sobre Schimanek, vuelas", le advirtió su superior.Pero los nazis en Austria son una minoría. Un informe oficial asegura que hay 800 militantes activos en una población de ocho millones. Eso sí, han matado a gitanos con explosivos y aterrorizaron a la población con cartas bomba.