Un atentado con gas letal siembra el pánico en el metro de Tokio
Un misterioso atentado con gas nervioso mató ayer a ocho personas en el metro de Tokio en plena hora punta y envenenó a otras 4.700, de las cuales 76 se encontraban en estado crítico al caer la noche, algunas en estado de coma. Ninguna organización se responsabilizó de la insóli ta acción terrorista, "premeditada y coordinada", según la policía, para "matar al mayor número posible de personas". El habitualmente congestionado centro de la capital japonesa vivió horas de pánico y desconcierto, además de un caos de circulación absoluto.
La acción criminal fue cuidadosamente preparada: los autores eligieron la hora de mayor afluencia de viajeros al metro, depositaron la sustancia letal en paquetes de comida, latas de gasolina o bolsas de plástico en 16 de las estaciones más concurridas y tuvieron la habilidad de abandonar rápidamente la zona, ya que los componentes que al mezclarse dan lugar al gas venenoso tienen un tiempo de reacción muy corto.El sarín, un gas 20 veces más letal que el cianuro, que mata en 10 minutos, fue Inventado por científicos alemanes en la II Guerra Mundial, aunque los nazis no lo utilizaron. Sí lo hicieron, según algunos testimonios, agentes de la DINA, la siniestra policía política del dictador chileno Augusto Pinochet.El pánico y el desconcierto fueron totales: decenas de pasajeros desvanecidos, con las manos tapándose los ojos, deambulando por los andenes del metro, derrumbados en las escaleras, intentando huir al exterior, presos de vértigos y mareos.El centro de Tokio parecía un campo de batalla. Unos 30 centros hospitalarios cercanos a los lugares de la catástrofe se vieron colapsados por la avalancha de afectados. El tráfico rodado enloqueció. Y la policía no ocultaba su desconcierto y ausencia de pistas.
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