Objetivo: Nagano

A diferencia del esquí alpino, donde los podios se perdieron con los apellidos Fernández Ochoa y el futuro sigue sin estar claro, pese a una ligera mejoría esta temporada, el fondo parece una apuesta segura. Los Juegos Olímpicos de Nagano 98 pueden ser la consatración de Juan Jesús Gutiérrez. El mismo lo decía ya en Albertville: "Aún soy muy joven y mi objetivo ni siquiera será Lillehammer, sino Nagano".Y para ello las claves son su calidad innata y mucho trabajo. Juan Jesús no tiene tiempo para estudios. Sólo se dedica al esquí y lo explica: "En un año sólo puedo estar 40 días en casa, en Reinosa. En junio estamos medio mes de concentración. En julio vamos otros 15 días a un glaciar a Italia, a 3.000 metros. En agosto y septiembre marchamos 40 días a la Patagonia argentina. En septiembre-octubre, 15 días más a un glaciar. En noviembre subimos un mes a Suecia-Finlandia y a finales ya empezamos el circuito de Copa del Mundo y otras pruebas, hasta abril".

Gutiérrez se ha acercado significativamente a las estrellas de la modalidad. Smirnov, la gran estrella de Kazajstán, ganador en Lillehammer, le sacó allí siete minutos y ahora, tercero, sólo 1.25. El noruego Bjorn Daehlie, 5.11 entonces -cuarto- y 1.47 -segundo- ahora. E incluso el italiano Silvio Fauner, campeón del mundo, sólo un año mayor que el español, 3.13 en 1994 -11º- y 2.59 ahora. Gutiérrez tiene el futuro ante él.