Ofensiva de la artillería rusa contra poblaciones chechenas al oeste de Grozni

Las fuerzas rusas lanzaron ayer un ataque masivo, acompañado de bombardeos aéreos, sobre la pequeña ciudad chechena de Achkhoi-Martan, y con artillería, contra las poblaciones de Samashki y Bamut. Las conversaciones para alcanzar un acuerdo de paz siguen paralizadas entre las dos partes en lucha, aunque los combates armados han dismimido considerablemente desde que hace tres me;es el Gobierno de Moscú enviara a miles de soldalos rusos a la república secesionista para aplastar la rebelión.

El desarrollo de las negociaciones pasa por momentos difíciles, y ayer el vicepresidente de Ingushetia, Borís Agarov, declaró que habían surgido "complicaciones de última hora" que impidieron que las conversaciones fuesen reanudadas ayer, como estaba previsto, entre los representantes rusos y chechenos. Un consejero del vicepresidente Agarov, Piotr Kosov, aseguró que las tropas rusas habían impedido a los representantes chechenos desplazarse para asistir al encuentro, que iba a celebrarse en la localidad de Sleptsovsk, en la frontera con Chechenia. Agarov manifestó, en declaraciones a la emisora rusa Eco de Moscú, que los combates iban a reanudarse ahora con mayor virulencia y así ocurrió.Los obuses cayeron ayer sobre Samashki, a razón de uno cada dos o tres segundos, durante más de una hora. El viernes, los helicópteros rusos habían sobrevolado la población, dando a los combatientes de plazo hasta la noche de ese día para rendir sus armas. Al no producirse tal entrega se reanudaron los ataques.

Al menos cuatro carros de combate y 20 vehículos blindados tomaron la carretera que une Samashki y Achkhoi-Martan, dos poblaciones que, junto con Bamut, constituyen un poderoso reducto de combatientes secesionistas a 45 kilómetros de Grozni, la capital chechena.

Las fuerzas rusas capturaron el mes pasado puntos claves en Grozni a costa de fuertes pérdidas en términos humanos, pero grandes bolsas de territorio checheno permanecen bajo control de los secesionistas. El Gobierno de Moscú ha admitido la muerte en el conflicto de unos 1.200 soldados rusos.

El líder checheno, general Dzhojar Dudáiev, repitió durante el fin de semana que Rusia se enfrenta a una larga guerra que podría extenderse fuera de las fronteras de Chechenia "como un incendio se extiende de casa a casa".