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El fiscal pide 25 años para la madre y la abuela de la niña asfixiada al comer

El fiscal pidió hoy 25 años de cárcel para cada una de las dos personas que considera culpables de la muerte de la niña de 19 meses que murió el 28 de marzo pasado, tras asfixiarse mientras comía. Según el fiscal, la madre María Soledad Nieto, y la abuela de la pequeña Zuleica, Josefa Benito, cometieron parricidio o, como mínimo, omisión de socorro e imprudencia temeraria.Zuleica murió, señala el informe del forense, al entrarle sangre en el aparato respiratorio procedente de una herida que tenía desde desde hacía días en la laringe y de lado a lado de la lengua, que le provocaban vómitos mientras comía.

Ambas procesadas señalaron ante el tribunal de la sección 16 de la Audiencia Provincial de Madrid que sabían que la niña tenía heridas en la boca porque sangraba, pero no que pudieran provocarle la muerte por tragar su propia sangre.

Las procesadas negaron también que hubieran maltratado alguna vez a la niña, como habían denunciado algunos vecinos, y explicaron que su empeño en que comiera era para que estuviera alimentada.

Aseguraron ante el tribunal que las juzga que si hubieran sabido que iba a fallecer habrían desistido de darle la comida.

La madre de la niña dijo que había pensado llevarla al pediatra, pero no por esas heridas, sino por un chichón que tenía en la cabeza, pero que no lo hizo porque temía que se la quitaran, como le ocurrió hace unos años con otra hija que tuvo con el padre de Zuleica, Carlos B., del que está separada.

Meses antes de ocurrir los hechos, el marido de Soledad, no vivía ya con ella y sí en cambio Josefa, quien aseguró que su yerno, cuando vivía con su hija, volvía borracho y le pegaba con frecuencia.

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Manía de los vecinos

Ambas explicaron que el tiempo que transcurrió desde que detectaron síntomas de asfixia en la niña, hasta que la llevaron al ambulatorio, hacia las 17.00 horas, lo emplearon en intentar reanimarla, y atribuyeron las repetidas denuncias de los vecinos a que estos les tenían "mucha manía".

En el juicio, que hoy quedará visto para sentencia, dos peritos psiquiatras aseguraron que ambas acusadas tenían un trastorno de personalidad que no llegaba a constituir cuadro patológico. El pediatra que atendía a Zuleica dijo que hasta la última consulta no había detectado signos de malos tratos físicos en la pequeña.

También comparecieron un asistente social del Ayuntamiento de Madrid, quien las había entrevistado tras las denuncias de los vecinos.

Asimismo declararon el juzgado una enfermera, quien había acompañado en una ocasión a una asesora familiar que asistía al domicilio, en la calle de Concepción Jerónima, y el taxista que las llevó al centro de salud el día que murió la niña.

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