Larga espera

La Bolsa continúa sin hacerse eco de la situación económica, según el IPC, y ayer las cotizaciones descontaron las numerosas dudas de los inversores sobre la elaboración de este índice. Las primeras explicaciones sobre un fenómeno de difícil comprensión aludían al traslado sólo parcial de las subidas de impuestos al dato final lo que, de ser cierto, abre un largo paréntesis en la dinámica del mercado al forzar un aplazamiento de la toma de decisiones hasta dentro de cuatro semanas, cuando sé compruebe si algunos datos se quedaron fuera del cómputo de enero.El nivel del 290% es, además, una resistencia lo suficientemente sólida como para impedir cualquier movimiento alcista que no cuente con una buena justificación. Así las cosas, la evolución de esta sesión se ha caracterizado por una contratación escasa y muy concentrada en pocos valores. El volumen final fue de 21.000 millones de pesetas efectivas, 4.600 millones menos que en el momento de conocerse el IPC de enero y a pesar de que había datos positivos en los otros mercados financieros. La rentabilidad de la deuda pública caía hasta el 11,45% y la peseta se revalorizó con fuerza frente al dólar, al tiempo que se mantenía con el marco alemán.

En el exterior destacaba la inesperada subida de Wall Street que, al cierre, alcanzó los 3.986,17 puntos, un récord histórico. El índice de Madrid y el Ibex 35 perdieron un 0,29%.