Una crisis distinta
El Barcelona tenía el año pasado una desventaja igual a la actual, pero sus expectativas eran mejores
Seis puntos. Un trecho kilométrico. Una desventaja, la del Barcelona, capaz de deshacer las pocas esperanzas puestas en la quinta Liga consecutiva. Y sin embargo la distancia era la misma el año pasado a estas alturas, después de haber recibido un correctivo no tan demoledor como el de Santander (50) pero igualmente importante (6-3) en Zaragoza. No sólo eso, la proporción del desfase se mantuvo el pasado ejercicio hasta la jornada 25ª. Hasta entonces el déficit azulgrana fue de seis puntos. Los números no son todavía tan descorazonadores como entonces. Pero el futuro es más oscuro.No es lo mismo estar a seis puntos de un Deportivo que empezaba a sufrir para ganar, que de un Madrid que transmite buenas vibraciones. No es lo mismo el varapalo de Zaragoza, precedido por la eliminación en la Copa ante el Betis (0-1) y una derrota a domicilio ante el Athletic (0- 1), que encajar el segundo 5-0 -primero con el Madrid y ahora con el antepenúltimo de la Liga- cuatro días después de perder (1-4) ante el Atlético en la Copa.
La directiva remite Cruyff para las soluciones. El técnico habla de cambiar el sistema de juego -algo relativamente fácil- y de sustituir a algunos protagonistas -algo muy difícil puesto que no hay posibilidad de realizar fichajes y ya que la coyuntura es la peor posible para incorporar hombres del Barcelona B-. El propio Cruyff manifestó hace pocos días que echar mano de jugadores jóvenes podía ser contraproducente. La situación de los extranjeros es también distinta. Stoichkov mantiene unas tensas relaciones con Cruyff, Koeman tiene problemas físicos; Hagi no encuentra ubicación y le cuesta adaptarse al sistema; y a Korneiev le falta pedigrí.
La lectura de Cruyff tras el 5-0 del Racing es más critica que tras el 6-3 de La Romareda. "También yo siento vergüenza. Hay que tomar decisiones que no gustan. Hay muchos jugadores que se esconden y otros que no trabajan. Hay que cumplir y algunos jugadores no obedecen", ha dicho tras la goleada de Santander. Tras la de Zaragoza mantuvo: "El Barcelona tiene un buen equipo y tiene posibilidades. Está más complicado, pero sería absurdo dar la Liga por perdida".
La estadística denuncia la peor situación del Barcelona desde que Cruyff se hizo cargo de su dirección técnica en 1988. Nunca tuvo menos puntos rebasada la 21ª jornada. Suma 27 y está a dos de sus peores marcas en 1990 y en 1993. El balance goleador ha menguado de una forma espectacular: la diferencia de goles a favor y goles en contra es de +6. En este apartado, el peor ejercicio a, estas alturas era el de 1992 y la diferencia era de + 19.
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