Si al 'bus' se le pinchan dos ruedas
Defensa. El Real Madrid intentó controlar los contraataques que realizó el Sevilla. Esta fue la única preocupación durante todo el partido. Siempre había un jugador cerca de Suker y de esta manera frenaba la salida rápida de sus adversarios Los sevillanos llegaron preparados para jugar en su campo. Estrecharon mucho el terreno de juego y siempre intentaron provocar el fuera de juego. Sus componentes no daban ningún paso de más en ataque. Siempre mantuvieron un número constante de defensores.Ataque. El Sevilla renunció al ataque desde el inicio del encuentro. Sólo Suker mantuvo una posición adelantada. Dumitrescu realizó una labor de control a los jugadores del centro del campo madridista. Tan sólo al final, cuando todo estaba perdido, arriesgaron más, pero con pocas ideas, siendo las jugadas a balón parado las que más inquietaron a los blancos Para el Real Madrid era muy complicado llegar a la portería de Unzué. Tuvo pocos espacios A pesar de la movilidad de Zamorano y Raúl, eran pocas las ocasiones que conseguía.
Individualista. Quique Estebaranz recogió un balón en su terreno. Inició una serie de regates, uno, otro, otro más, casi regateó a la mitad de los adversarios. Mucha gente quedaba admirada ante esta serie de regates. Alrededor de él sus compañeros se desmarcaban. Él no quiso verlos, su borrachera de regates le cegó. Al final perdió el esférico con el único beneficio de no haber hecho nada positivo. Después de esta jugada de sapareció del partido. No participó en nada más. Había mal gastado sus pocas fuerzas en una jugada sin futuro. El fútbol es un juego de conjunto donde hay que repartir todos los es fuerzos y él no lo hizo.
Gol. Último minuto. El Sevilla perdía por un gol. Todo el conjunto sevillano estaba en el área de Buyo, esperando el centro desde la esquina. Incluso Unzué había adelantado su posición hasta el círculo central. El croata jugó en corto e intentó una internada individual. Quizá buscando el empatar el partido Y proclamarse el héroe. Esta jugada inició el contragolpe del Madrid. El Sevilla no tenía defensas. Nadie impedía a Lasa hacer lo que quisiera. Sólo tuvo que ver donde estaba la portería. Su única preocupación era golpear bien el balón. Se lo pusieron muy fácil y él lo hizo como tenía que hacerlo, bien.
Movilidad. Los delanteros del Real Madrid mantienen un cruce de posiciones durante todo el partido. Zamorano trabaja y busca el balón más al pie protegiéndolo ante el defensa que lo tapa por la espalda. Raúl, jugador que sabe crear y abrir huecos, es más vertical que Zamorano. Tiene una facilidad natural para encontrar el camino más rápido hacia la portería.
