El traje más esperado del año
Petro Valverde, modista de la infanta Elena desde hace 10 años, la vestirá de novia
. Al taller de Petro Valverde ha llegado el encargo de una colección especial para una clienta especial, la infanta Elena. Desde hace 10 años, la hija mayor de, los reyes de España se hace toda su ropa importante en casa de este modista sevillano, que con 24 años se instaló en Madrid. El diseñador trabaja estos días en los modelos que doña Elena lucirá en los actos previos a la boda y, aunque él guarda silencio y asegura no saber nada, hará también el traje más importante del año, el de novia. Los detalles son un gran secreto. La Infanta, como todas las novias, quiere sorprender ese día cuando entre en la catedral de Sevilla del brazo de su padre, el rey Juan Carlos.
Petro Valverde tiene todavía por delante un mes y medio para realizar el traje de novia. Las pruebas se harán en medio de la que ofrece el palacio de la Zarzuela. Los gustos de doña Elena indican que el modelo elegido será de un corte sencillo. La novia quiere llevar ese día el velo de organza que lució su madre, doña Sofía, y que perteneció a su abuela, la reina Federica.
Doña Elena llegó hasta el taller de Petro Valverde aconsejada por una amiga, pidió unos diseños, y desde entonces se hace allí toda su ropa, a excepción de las cosas de sport. El modista se ha tenido que familiarizar por ello con los requisitos que el protocolo impone para. los miembros de la familia real. Hay que tener en cuenta el color -si se trata de un acto fuera de España se intenta llevar el que sea más representativo de aquel país-, el largo de la falda, que tenga mangas o no según el lugar de la recepción...
La hija mayor de los Reyes repite traje con frecuencia y es partidaria de subir o bajar dobladillos según las tendencias de la moda. Modificar la hechura de un vestido para poderlo aprovechar es otra de sus costumbres.
Durante estos 10 años, la relación profesional entre la Infanta y Petro Valverde ha sido constante. Por eso, el silencio oficial es la norma de conducta para el modista. Es una mezcla de discreción profesional y de fidelidad. Esta discreción rodeó también la confección del modelo que doña Elena llevó cuando se oficializó su compromiso con Jaime de Marichalar y que también hizo Valverde. Ella tenía una idea clara de lo quería llevar y el diseñador la plasmó. Fue un traje en tonos beis. En la colección de primavera hay más color. En Sevilla, doña Elena la lucirá.
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