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Entrevista:

"No sirvo para ser el líder"

Era el preferido de Jesús Gil y de la afición; era la nueva bandera del Atlético. Ahora, no. Medio año desastroso, ha convertido a José Luis Pérez Caminero, de 27 años, en una de las principales decepciones del equipo. Gil ya ha lanzado contra él sus dardos verbales, el público del Calderón le ha regalado algunos silbidos y la crítica ha puesto pegas a su juego y a su predisposición en el campo. El futbolista madrileño aguantó con entereza el puñado de acusaciones que EL PAÍS le puso sobre la mesa.Pregunta. El Atlético le encomendó el liderazgo del equipo. Media Liga después se ha visto que no puede con esa responsabilidad.

Respuesta. Puede ser cierto. Yo nunca me he considerado líder porque no tengo aptitudes. No sirvo para serlo. Más que defecto mío, es de los que me han visto así.

P. ¿Por qué cuando las cosas se tuercen se refugia en la banda derecha?

R. No es verdad. Cuando salto a un terreno de juego no me escondo en ningún sitio. Quiero participar siempre. Lo que pasa es que jugamos de una forma que me obliga a tener tendencia a irme a por ahí. A mi derecha sólo tengo a Manolo; a mi izquierda, tengo a Simeone y Pirri.

P. ¿Y no reduce su repertorio a los balones a la olla en demasiadas ocasiones?

R. Mi repertorio es mucho más extenso que todo eso. Me gusta regatear, dar pases y, sobre todo, me encanta llegar a la portería contraria. No es cierto.

P. ¿No será que se a exagerado su verdadera categoría, quet iene más de pufo que de estrella?.

R. En el Mundial estuve a un buen nivel. Es el que intento mantener siempre. Lo que pasa es que cada año es diferente. También yo creo que se me exige mucho más que antes. Pero mi valía no está, para nada exagerada.

P. Lo cierto es que no ha sido capaz de juntar más de cuatro partidos buenos seguidos.

R. Influye un poco el estado el equipo en el que te encuentras. El año pasado sí cuajé un buen número de buenos partidos. Éste no tantos. Pero por el equipo. Si tu conjunto es irregular, uno se convierte en un futbolista irregular.

P. Siempre le duele algo.

R. La verdad es que desde que he llegado al Atlético sí que me he lesionado demasiado. Llevo la media de dos por temporada y eso no es normal en mí. No soy un futbolista que se lesione con asiduidad. Y lo que aseguro es que no es cuento.

P. ¿Fue usted uno e los principales responsables de la destitución de Maturana?

R. Responsable, responsable, no. Quizás, en la medida que contribuí con mi juego a que los resultados no fueran buenos. Tuve parte de culpa en los tanteos, pero no en levantar una conspiración ni cosas así.

P. Cae con facilidad en las guerras suburbiales de los encuentros. Ha tenido roces con demasiados jugadores. Incluso ayer le tiró una patada a Monchu que, de verla el árbitro, le habría supuesto su expulsión.

R. Son cosas que dependen un poco del temperamento. Y mi temperamento es que cuando no gano, me cabreo; y que cuando lo paso mal intento buscar soluciones por mi cuenta. A veces, la ofuscación me lleva a cometer errores.

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