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Muere al caer de su terraza empujado por su perro

Marino Toranzo, de 50 años de edad, falleció en la madrugada de ayer tras caer desde la terraza de su vivienda a la del piso inferior, empujado por su perro. Según Julio Muedra, amigo personal de Toranzo, Marino tenía la costumbre de dejar al perro en la terraza después de sacarle a pasear por la noche. Cuando en la madrugada del miércoles, sobre la una y media, volvió a su casa, ubicada en el segundo piso del número 12 de la calle Aragón, empezó a acariciar al perro y se sospecha que al ponerse éste de patas encima de él le hizo perder el equilibrio. Ramón, su hijo mayor, que acababa de llegar a la casa, oyó el golpe, salió a la terraza, pero vio sólo al perro, un alaska malamute, de nueve meses, unos 85 kiles de peso, y con una altura de 1,85) metros aproximadamente, cuarido se ponía de patas. El joven se asomó a la terraza y en contró a su padre tumbado boca abajo en la terraza del piso de abajo. Ramón se deslizó y vio que su padre estaba vivo. Según el relato de Muedra, Marino le dije al joven: "Me muero, me muero, me falta aire". Su hijo David llamó inmediatamente a la ambulancia, pero el padre, ya ingresó cadáver en el hospital Severo Ochoa de la localidad.

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