Banesto aportó más de 15.000 millones a los beneficios netos del Santander en 1994
El Banco Santander puede sentirse satisfecho de su inversión en Banesto. El pasado ejercicio, este banco, que consolida con el Santander desde agosto, aportó nada menos que 15.206 millones de pesetas a los beneficios netos obtenidos por la entidad cántabra que preside Emilio Botín. En total, los beneficios netos del Santander se elevaron a 99.838 millones, que, una vez descontados los que van a accionistas minoritarios, se reducen a 69.635 millones y en los que aportación de Banesto se reduce a 942 millones.
Los beneficios antes de impuestos (brutos) crecieron el 7,51% hasta 124.428 millones. Banesto aportó casi 19.000 millones de beneficios brutos, con lo que los totales del grupo son de. 143.061 millones de pesetas.En términos homogéneos -una vez descontada la aportación de Banesto, ya que consolida desde agosto de 1994 y no permitiría hacer una comparación fiel a la realidad-, los beneficios netos del Santander crecieron un 8,52%. No obstante, los beneficios atribuibles al grupo (es decir, sin minoritarios) crecieron un 3,48%. Los minoritarios en 1994 recibieron 30.203 millones, casi 15.000 más que en 1993, por la sencilla razón de que algo más del 40% de Banesto no está en poder del Santander. Asimismo, el Santander ha tenido que dotar el fondo de amortización y de comercio de Banesto. Como consecuencia, los beneficios aportados por Banesto después de minoritarios se reducen a 942 millones de pesetas.
El margen financiero del Santander (descontando siempre los resultados de Banesto) aumentó un 4% mientras los ingresos derivados de otras operaciones por servicios se incrementaron casi un 25%. De esta forma, el margen operacional (margen financiero más otras operaciones) aumentó casi el 9%.
Los gastos de personal crecieron significativamente, un 11,66%, y junto a los costes generales hicieron que los costes de transformación crecieran un 8,78%. Los resultados de explotación (suma de todos los conceptos anteriores) fueron de 150.287 millones, elevándose el 9,21%.
Las amortizaciones del grupo crecieron sólo el 1% y las provisiones netas cayeron un 84,5%, lo que supone una importante reducción, después de haber destinado 13.309 millones frente a los 86.273 millones de 1993. La morosidad, a su vez, ha descendido del 3,45% al 2,99%. La tasa de cobertura de morosidad es del 100,5% sobre el total de activos de riesgo.
El banco que preside Emilio Botín, por otra parte, está estudiando la posibilidad de adquirir una participación de un grupo financiero mexicano, según han reconocido fuentes del banco, que no han querido precisar cuáles son las entidades que está analizando. El Banco Santander busca una mayor implantación en México y ahora se considera que tiene una oportunidad de oro, dado que el precio es muy asequible por la crisis que vive el país latinoamericano, como consecuencia del desplome del peso. Las entidades financieras mexicanas necesitan, por ello, inyecciones de capital.
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