La precisión da un respiro al Lega

El Leganés no falló. Se jugaba mucho ante el Orense y desplegó con exquisitez sus mejores atributos: lucha y coraje. Así superó un trance difícil en un momento muy delicado. La victoria es oxígeno puro para un equipo acostumbrado a sufrir fatiga por la escasez de puntos. Además, ayer en Galicia sé alió con la efectividad. Tiró tres veces a puerta y marcó dos goles. Un 66% de acierto porcentaje que firmaría cualquier equipo.

Uno de los tantos estuvo de nuevo firmado por Migo. El delantero pepinero está consiguiendo goles decisivos durante la segunda temporada del Leganés en la división de plata. Cuatro de sus cinco goles han supuesto dos victorias y dos empates del equipo del sur de Madrid.

También fue clave el delirio defensivo del Leganés. La zaga pepinera aguantó con firmeza gracias al brillante estreno de Aguilar, procedente del Atlético de Madrid, y a la seguridad que demostró Dorado, que volvió al once titular.

Y para los momentos más difíciles, los madrileños reservaron al portero Aguilera. El guardameta pepinero tuvo una actuación suprema y atrapó los siete, tiros a puerta de los jugadores gallegos.

El Leganés, con un planteamiento perfecto, aguantó el tirón gallego de los primeros 15 minutos. A partir de ese momento comenzó a manejar el partido gracias a su explosiva presión al rival, que acabó asfixiado.

Sin perder el orden lineal establecido por Duque, los visitantes comenzaron a tocar en corto para buscar la portería enemiga del Orense.

No hubo fallos

En el minuto 20, el Leganés pudo adelantarse en el marcador. Chuso acarició el balón con la punta de la bota y el guardameta Ares, en una fenomenal intervención, estiró la mano cuando el balón entraba en su portería. A partir de aquí no hubo fallos. Cada vez que los madrileños dirigieron el balón a la puerta contraria, atravesaron la residencia del guardameta.

A medida que el partido avanzaba, el Lega se sentía más cómodo y el Orense se impacientaba y recurría a un juego demasiado violento. El juego del mundialista nigeriano Eguavoen, que ayer aparecía por primera vez en Orense, tampoco servía para nada, y los delanteros locales, desesperados por el buen criterio defensivo, intentaban en vano buscar huecos. Tampoco el medio campo de los gallegos distribuía el juego debido a que los trabajadores del Leganés cumplían perfectamente la misión de atosigar, primero, e inventar espacios para que el balón circulara sin atascos, después.

En el minuto 35 de la primera parte, el campo de O Couto enmudeoió.

Luis Ricardo peleó un balón en la medular gallega y arrebató involuntariamente con la mano el esférico a un defensa del Orense. El delantero pepinero se aprovechó del lance. Avanzó y abrió el balón a la derecha hacia Íñigo, que consiguió el gol tras superar por debajo la oposición del portero Ares.

Con el 0-1, el Leganés se encontró con un. partido a su medida. La mínima ventaja propiciaba su juego agresivo y el control del campo.

En la segunda mitad, el Orense atacó con insistencia, pero sin cordura. Los gallegos recurrieron a la jugada de estrategia de Abdellah. En el minuto 16, el colegiado perdonó la tarjeta roja a Rodolfo, que agarró a Andrés cuando éste se iba solo.

El Leganés mantuvo así 11 jugadores en el campo en un momento especialmente delicado con el empate rondando el área de los madrileños.

Cuando comenzaba a estar acorralado el Lega, sus jugadores agarraron milagrosamente el partido. Llegó el 0-2 salvador que regaló tranquilidad a los madrileños.

Una falta en la banda derecha permitió que Andrés pusiera un regalo en al segundo palo que aceptó su compañero Aguilar. De cabeza rubricó el triunfo en un gran encuentro. El partido quedó en ese momento definitivamente sentenciado y el Orense echó mano de su peor imagen.