50.000 llamadas de ayuda y denuncia

En octubre de 1991, Línea 900 emitió su primer reportaje. El tema era la adopción de niños rumanos. Al finalizar el programa, y como viene siendo habitual antes de pasar a los créditos, pidieron la colaboración y las sugerencias de los espectadores. Desde entonces. han recibido 50.000 llamadas telefónicas. "La gente nos ayuda muchísimo, tenemos una audiencia muy fiel, que colabora y funciona muy bien", señala Esteve.Los espectadores tienen carta libre para proponer temas y exponer sus criterios. Pero algunos van más allá y marcan el prefijo 900 del programa con el fin de encontrar una solución a sus problemas. "Hay gente que nos confunde con el teléfono de la esperanza y que nos llama desesperada para que les ayudemos. Siempre comprobamos todos los datos para evitar el exhibicionismo", explica el presentador del espacio. Y hay llamadas curiosas, según cuenta Antonio Esteve, como la del estudiante de Veterinaria que decidió abandonar la carrera tras haber visto en pantalla el maltrato que se les da a los animales domésticos.

Ninguna llamada cae en saco roto. Y en ocasiones los profesionales de este programa han tenido que tomar cartas en el asunto y solicitar ayuda a los servicios de asistencia sociales. Fue éste el caso de algunos niños que acudieron a Línea 900 para denunciar los malos tratos a los que les sometían sus padres.

Una norma del programa es que no aparezcan famosos ante las camaras. Los protagonistas siempre son gente anónima de todos los rincones del territorio nacional. Ahora, los reporteros de Línea 900 rastrean el patrimonio histórico. El próximo reportaje se llamará Ruinas de España y reflejará cómo iglesias románicas se han convertido en granjas de vacas. En cartera tienen uninforme sobre las autoescuelas, la vida de los magrebíes en Madrid y los incendios provocados.