007, UN DIVORCIO DE 2.000 MILLONES

Luisa Mattioli, la mujer de Roger Moore, famoso agente 007, despechada al saber que, tras 27 años y tres hijos, su marido tenía una relación con Christina Tholstrup, la militante socialista viuda de un multimillonario danés, se marchó a París para hablar con su abogado sobre las ventajas del sistema legal francés con respecto al británico para lograr un acuerdo de su posible divorcio. Luisa reclama tres casas: la mansión de los alrededores de Londres, el lujoso chalé en Gstaad y la casa de la Riviera francesa, más un arreglo de muchos millones. Todo ello supondría casi la mitad de la fortuna del antiguo James Bond, que, dicen, sobrepasa los 20 millones de libras esterlinas (unos 4.000 millones de pesetas). Luisa Mattioli, la tercera esposa de Moore, vive desde hace unos meses en el apartamento que el aún matrimonio posee en Nueva York; por su parte, Roger Moore se ha comprado otra casa en el artístico pueblo de Saint Paul de Vence, cerca de Niza, donde se pasea del brazo de Christina. Para pasar estas vacaciones navideñas, mientras la destrozada esposa negocia con los abogados, los nuevos enamorados se han marchado a la estación suiza de Zermatt. Los Moore, uno de los matrimonios más sólidos del mundo del espectáculo, conocían a Christina desde hacía 10 años. Hace siete, ella enviudó, y parece ser que desde entonces Moore y ella no se volvieron a separar. Luisa, casada con Moore desde 1968, nunca había prestado atención a las innumerables seductoras que revoloteaban alrededor de su marido. Pero esta vez el divorcio de la pareja parece inminente, a pesar de que la fortuna del apuesto marido se reduzca probablemente a la mitad.-