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Una red falsea pasaportes para evitar la salida de prostitutas inmigrantes

J. A. HERNÁNDEZ La policía investiga una red que se dedica a falsificar sellos de pasaportes con el fin de prolongar la estancia en España de inmigrantes suramericanas dedicadas a la prostitución. Las chicas llegan a España aduciendo motivos de turismo, a través del aeropuerto de Barajas. Cuando, expira su periodo de estancia en el país, los miembros de la red -a cambio de dinero- les estampan un sello falso en el pasaporte que les permite seguir ejerciendo su actividad sin tener problemas con la policía por estancia ilegal.

Por cada sello adulterado, los integrantes de la red cobran alrededor de 100.000 pesetas, según los testimonios de algunas de las chicas que lograron captar los miembros de esta trama. La policía sospecha que la red cuenta con un contacto en el aeropuerto de Barajas, que también entra en el reparto de del dinero y que, presuntamente, es quien proporciona los sellos, según las citadas fuentes. Terminado el periodo de turismo alegado en un principio por las chicas para justificar su visita a España, los miembros de la red colocan en el pasaporte el sello falso.Los testimonios de tres inmigrantes suramericanas, en cuyos pasaportes la policía ha descubierto sellos falsificados, ha servido a la Brigada de Extranjería y Documentación del Cuerpo Nacional de Policía para tirar de la madeja.

Algunas de las inmigrantes hoy dedicadas a la prostitución y captadas por la red han destapado los nombres de varios de los cabecillas. Por ejemplo, citan a una persona que responde al nombre de Miguel, de nacionalidad española y residente en Madrid, y el de Valería, una brasileña que vive en la localidad alicantina de Torrevieja.

Clubes de alterne

Una de las inmigrantes que se beneficiaron de los servicios de esta trama para prolongar su estancia en España es colombiana y su nombre se corresponde: con las iniciales C. S. Asegura esta chica que para entrar en España adujo motivos de turismo. Sin embargo, su realidad laboral ha sido muy distinta: trabajó durante dos meses en un club de alterne de León, y luego estuvo casi otro mes en la localidad de Benavente (Zamora).

La brasileña M. L. S. es otra de las chicas que aseguran haber pagado sumas de dinero a las personas antes citadas para prorrogar ilegalmente su estancia en España. Esta inmigrante llegó en diciembre de 1993. Entró por Barajas. En un principio, al igual que las otras inmigrantes, M. L. S. alegó que venía a España come, turista; sin embargo, poco después de pisar Barajas se inició en la prostitución. Ha trabajado en clubes de La Coruña y Valladolid y también en Torrevieja (Alicante), ciudad en la que reside la tal Valeria, persona que, supuestamente, le abrió el ilícito camino que debía seguir para obtener los sellos falsos.

Otro de los testimonios para abrir esta investigación es el de la también ciudadana brasileña E. L. Ésta ha coincidido con las otras en que el, "tal Miguel" es la persona que le proporcionó los sellos falsos. La policía, siempre según los citados medios, ya está tras los pasos de algunos de los miembros de esta red.

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