"Clima de guerra civil"

Eduardo Blanco, director general del Consejo Superior de Deportes (CSD), llegó con la mano extendida, palabras de concordia y un objetivo: "forzar un pacto de moderación, prudencia y sensatez que pongan un punto final al clima de guerra civil que vive el fútbol español".

La semana ha sido cargada. Se inició con la conferencia de prensa del martes en la que Javier Clemente se lanzó de lleno a la reyerta y continuó el jueves, cuando el presidente de la federación, Ángel María Villar, pidió al CSD que se metiera en sus asuntos, que la selección era cosa suya.

Ayer Eduardo Blanco, que llegó a Bruselas "no a tirar de las orejas a nadie, sino para mostrar el apoyo institucional a la selección", fue espectador del partido de la selección sub-21 y después cenó con Clemente. "Deberemos reflexionar todos, dirigentes, árbitros, presidentes y medios de comunicación", expuso después Blanco. "Las aguas deben volver a su cauce".

El embalsamiento comenzó anoche. El medio, según Blanco, debe seguir siendo el que hay: no hay que cambiar la metodología de funcionamiento y debe ser la federación la que meta en cintura al técnico. "Villar hará lo que tenga que hacer con Clemente", declaró Blanco, quien, sin embargo no se mostró muy contento con las exigencias de Villar de tener las manos libres. "La reacción de Villar cuando dijo al CSD que se metiera en sus asuntos fue desmedida y desde el CSD se le ha dado un toque de atención", añadió Blanco.

El colectivo de Clemente contará hoy con el apoyo de unos 8.000 aficionados, la mayoría emigrantes. Los futbolistas del Madrid y los asturianos son los más requeridos por los residentes españoles, mientras que la prensa belga apunta hacia Julio Salinas, que hoy cumplirá su partido número 50.