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Los jugadores del Amway compran acciones para evitar su desaparición

Romay soporta con estoicismo las bromas de sus compañeros del Amway Zaragoza, que le acusan de gafe. El pívot vivió en Ferrol la crisis que llevó al OAR a perder la categoría, y en la capital aragonesa ha estado al límite de pasar por un trance similar. Reunido con el resto de la plantilla el pasado sábado, en los prolegómenos del partido de Salamanca, acordaron participar en la ampliación de capital que debía saldar a la entidad. Así que el lunes, echaron mano al bolsillo y se fueron de bancos a comprar acciones. No ha trascendido la cantidad que adquirió el veterano pívot, pero con su humor característico afirma: "Voy a por el control del club". Su aportación, junto a la del resto de jugadores, permitió completar unas 400.000 pesetas.Curiosamente, el más espléndido fue Bannister, que tiró de talonario para abonar algo más de 100. 000 pesetas, arrastrando a los más remisos. No faltó nadie. Los juniors contribuyeron con una acción de 10.000 pesetas; Alfdred Julbe, el técnico, se fue con sus dos hijos a la ventanilla y no se mostró nada tacaño a decir de los vendedores.

El que no entendía nada era Toolson. Cada día que pasa en España se sorprende un poco más de las cosas que. suceden a este lado del Atlántico. Pero le parecía divertido y también se fue a por sus acciones para ver "si el club marcha así como nosotros en !a Liga" [El Amway ocupa la segunda posición, detrás del Barcelona].

Por supuesto, no tardaron los hermanos Arcega, Fernando y Pepe, que ya eran accionistas. Jugadores de toda la vida, son los que viven con mayor preocupación la crisis. "Las situaciones extremas exigen respuestas al límite y queremos contribuir como la mayoría de los aficionados".

Fuera de los despachos

La agónica ampliación de capital que por importe de 224 millones de pesetas debía sacar al Amway de la quiebra, salía así por momentos de los despachos de los economistas y los análisis de los balances. Pero, entretanto, José Luis Rubio, el eterno presidente, barajaba cómo sacar otro conejo de su chistera. Más de tres meses de ampliación no le habían permitido a José Luis Rubio alcanzar los ocho millones de recaudación; la tarde del lunes fue, sin embargo, fructífera. A las aportaciones de los jugadores se sumaba a última hora un grupo de empresarios con 80 millones de pesetas.

La cifra es insuficiente -la deuda a corto plazo se sitúa en casi 345 millones- pero supone un respiro. El consejo de administración se reunirá el lunes para conocer al detalle la cantidad de acciones suscritas y convocará una junta extraordinaria de accionistas. Rubio ya ha declarado que la mayoría accionarial es diferente tras la ampliación y que someterá su cargo de presidente a la confianza de los nuevos accionistas. Mientras, insinúa que la chistera oculta nuevos conejos que irá desvelando.

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