Ballesteros se desmarca del circuito mundial de Norman
El individualismo de Greg Norman y su manera espectacular de lanzar a la palestra su idea de un circuito mundial de golf, superador de la división actual, parecen los principales enemigos de la propia idea, casi más que la amenaza del circuito norteamericano de prohibir a sus miembros competir en torneos coincidentes. Severiano Ballesteros, que apoya la creación de un verdadero circuito mundial, se ha desmarcado de Norman y alerta sobre el peligro de un enfrentamiento con los cirquitos establecidos.
Ballesteros, que se encuentra en Suráfrica disputando el torneo de Sun City, ha hecho saber, a través de su oficina en Santander, que necesita "un libro blanco de la idea de Norman para pronunciarse al respecto. Y ahora Norman se verá obligado a explicar más concienzudamente todo lo que piensa organizar". Hasta el momento, según el jugador cántabro, el australiano no ha expuesto más que ideas generales y ha cometido un error al no hablar antes con los jugadores. Ballesteros lleva años trabajando en su proyecto de circuito mundial, una idea ya intentada fallidamente por Nicklaus hace tiempo.
La postura del mejor jugador español en la historia del golf se basa en su miedo a que se produzca un enfrentamiento que dañe al golf y a que el Circuito Mundial acabe convertido en una serie de torneos de exhibición, en los que no primara el carácter competitivo y que nunca alcanzaran el prestigio necesario. "Adernás", dice su hermano Baldomero, "teme que sea un circuito cerrado a los jóvenes jugadores que vayan surgiendo en los circuitos de las PGAS".
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