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BALONCESTO COMPETICIONES EUROPEAS

El Maccabi derrota al Madrid a triples

El buen juego madridista se encontró con los lanzadores israelíes

El Real Madrid sufrió ayer su primera derrota en la Liga Europea. El Maccabi, que había perdido sus dos anteriores partidos, resurgió a costa del equipo blanco, al que venció por 93-85, en un encuentro muy disputado. El Maccabi ganó el partido desde fuera de la zona. Sus lanzamientos triples -hasta ocho consiguió- se acabaron imponiendo al mejor juego madridista que, como siempre, tuvo lagunas en diversas fases del choque.Sabonis volvió a demostrar ayer en Tel Aviv por qué es el mejor jugador de Europa. La primera parte del pívot lituano fue una verdadera lección de baloncesto. Consiguió canastas de todo tipo -incluso metió una en su propio aro al intentar atrapar un rebote-, hizo fáciles cosas que para otros son imposibles y mantuvo siempre, el control a pesar de las tarascadas que recibía bajo los tableros. Al final de los primeros veinte minutos había anotado 19 puntos.

A su lado, el neoyorquino Joe Arlauckas no desmereció. A pesar de su lesión de espalda, estuvo sobresaliente. No salió en el quinteto inicial pero cuando el técnico madridista, el serbio Zeljko Obradovic, le puso en pista se salió: 21 puntos había anotado nada más iniciarse el segundo tiempo.

Una personal de Antúnez poco antes del final del primer periodo puso al Maccabi por delante por primera vez. El base madridista no sólo cometió una infracción sino que protestó la señalización de la falta, por lo que recibió una técnica. Jainchi anotó los cuatro puntos y el Maccabi un 47-45 en el marcador. El Madrid logró superar esta desventaja y se marchó al descanso con una victoria parcial (49-47).

En el ecuador de la segunda parte, el Maccabi logré el mando del partido (71-67). En los diez minutos posteriores y hasta el final del encuentro no abandonó el mando, aunque siempre por estrecho margen. A los triples del equipo israelí, sobre todo de Daniel -el mejor de su equipo-, respondían los jugadores blancos con balones dentro de la zona para los pívots. Pero el Maccabi siempre sumaba un punto más.

En los últimos dos minutos, con 85-83 en el marcador, apareció el miedo para ambos equipos. Ninguno de los lanzadores tenía la mano fácil. Nadie se atrevía a tirar. Y llegaron las personales. Y los tiros libres. Ahí erró el Madrid, y perdió.

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