El Deportivo salva el tipo
Un gol de Bebeto derrota al Borussia Dortmund
El Deportivo aprobó el examen europeo ante un rival durísimo, que dejó en La Coruña un poso excelente y la promesa de sufrimiento abundante para los gallegos en el encuentro de vuelta. Aunque después de haber visto al Borussia, la ventaja, por escuálida que parezca, puede ser un tesoro.Fue un partido apasionante, de esos que podía haber ganado cualquiera. El Deportivo supo contener los tremendos latigazos alemanes y Bebeto aprovechó su ocasión para darle la victoria.
El partido tuvo toda la intensidad y el nervio que se le supone a un choque entre representantes de dos de las Ligas punteras del continente. Desde hace días, los entrenadores Arsenio Iglesias y Ottmar Hitzfeld, habían proclamado con reiteración la igualdad de fuerzas con que ambos equipos comparecían para el duelo. Y lo sucedido sobre el campo no hizo más que darles la razón. Fue una batalla estratégica, con pocas ocasiones de gol, pero no por falta de voluntad atacante, sino más bien producto del ardor de la pelea futbolística. Y cada vez que la intensidad de este combate pareció llevar el encuentro hacia un terreno espeso y poco brillante, siempre apareció el talento de algún hombre (Moeller o Fran, por ejemplo) para abrir caminos entre la maleza.
En esta clase de partidos siempre resulta decisivo golpear primero y no fallar en el intento.
Ésta fue la virtud del Deportivo y de Bebeto. Pocos futbolistas en el mundo tienen tanta capacidad. como el brasileño para controlar los balones más inverosímiles. El que recibió en el minuto 23 venía rebotado de un defensa. Pero Bebeto lo atrapó al vuelo, lo bajó al piso y se inventó una media vaselina que entró por la escuadra.
El Borussia no se dejó intimidar por el gol aunque el Deportivo le cediese terreno, invitándole a un ataque alocado. Todo lo contrario. La ofensiva alemana fue extraordinariamente medida, muy racional. Se intensificó tras el descanso y entonces el partido se volvió electrizante, con el Borussia avasallando el área de Canales mientras, el Deportivo castigaba al contragolpe. Entonces hubo de todo, incluidos dos goles anulados y ambos muy dudosos: uno a Manjarín y otro al suizo Chapuisat. Pero acabó mandando la preciosa oportunidad aprovechada por Bebeto pese al constante acoso del equipo alemán, que funcionó como la. gota malaya: casi imperceptiblemente los ataques germanos se repetían con menos intervalo entre ellos, al tiempo que el Deportivo parecía desmoronarse poco a poco. La entrada de Alfredo por Aldana les sirvió a los de Arsenio para ganar tiempo y quitarse la sensación de agonía.
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