Sabatini regresa a la élite con una gran victoria

Gabriela Sabatini ha vuelto. A sus 24 años, ha pasado los dos últimos dudando sobre sus posibilidades y su futuro, pero en el Masters ha regresado a la élite del tenis femenino mundial. Ayer, en el Madison Square Garden de Nueva York se impuso en la final a la norteamericana Lindsay Davenport, de 18 años, por 6-3, 6-3, 6-4, tras 1 hora y 41 minutos. Sabatini ascenderá al octavo puesto mundial en la próxima clasificación de la WTA. La victoria le supone un premio de 22,5 millones de pesetas.En mayo de 1992, en el torneo de Roma, Sabatini ganó su último torneo. Desde entonces disputó siete finales, 15 semifinales y 9 cuartos de final en los 44 torneos del circuito que jugó. Pero no consiguió ningún título hasta que ayer se impuso en el Masters. Fue el final de su pesadilla.

Por fin se han unificado los tres aspectos que dan el equilibrio a cualquier jugador: el físico, el mental y el técnico", dice Sabatini. "Hacía mucho tiempo que no disfrutaba de estas sensaciones". Ayer las recuperó. Y su juego re cordó al que había desarrollado a los 18 años cuando se impuso en el Mas ters, en 1988, y a los 19 cuando venció en el Open de Estados Unidos, los dos éxitos más importantes de su carrera. Daveriport, el último producto del plan de desarrollo de la federación es tadounidense, no pudo hacer nada. Durante el partido, Sabatini utilizó todo tipo de golpes para desplazar a Davenport: dejadas, globos, reveses endiabladamente angulados y potentes golpes de fondo. En lo que más falló fue en el servicio. Cometió 25 dobles faltas, que le costaron la pérdida de cinco breaks. Pero, a pesar de ello, siempre mantuvo el control del encuentro. Dominó 5-2 en la primera y la segunda mangas, y rompió el servicio de Davenport en el décimo y último juego de la tercera manga y del partido para el 6-4.

Ayer, en Nueva York, se dio a conocer la noticia de que la alemana Steffi Graf deberá ser, probablemente, operada de su lesión en la espalda. Su presencia en el Open de Australia, que ganó el año pasado, ofrecería a Arantxa, finalista entonces, una buena oportunidad para convertirse en número uno mundial.

En la final de dobles Fernández (EEUU)-Zvereva (Bielorrusia) ganaron a Sánchez-Novotna (R. Checa) por 6-3, 6-7 (4-7), 63.