El Racing de Setién saca los colores al Sevilla
El Racing sacó los colores al Sevilla. Los cántabros cuajaron una segunda parte de lujo, que empezó justo después de recibir el gol que supuso el empate momentáneo del Sevilla. El contragolpe que ordenaba Quique Setién fue tan letal como sorprendente. Fue, además, el mejor instrumento de que se valió el equipo de Miera para zafarse el dominio más sereno que empezaban a apuntar los andaluces. Fue un partido extraño.La estadística traicionó al Sevilla en la primera parte. Anduvo ofuscado con encerrar al Racing sin reparar en los efectivos que necesitaba para ello. Fue un plan sencillo, basado en el número de probabilidades que existen de marcar un gol en función del número de acercamientos al área. Pero el Racing quiso ser un enemigo indigesto desde el principio. Se plantó en el Sánchez Pizjuán con tres claves: aguantar, destruir y aprovechar el primer despiste.
El Sevilla acusó el golpe a las primeras de cambio. En ocho minutos, los montañeses se encontraron con el despiste. La estadística empezó ahí a fallar. Fue la primera llegada a, puerta del Racing. Y siguió después hasta acabar en festival.
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