El barro de Barajas

La avenida de Logroño carece de asfalto en sus márgenes. Los charcos ocupan la gran explanada que da entrada al distrito de Barajas, y cuya utilidad apenas va más allá de que se instale allí de vez en cuando algún circo. Al otro lado, igual: también hay barro en las aceras (si es que lo son) próximas a las casas. Comerciantes y vecinos ven atónitos el desacuerdo entre la Comunidad y el Ayuntamiento. "Los unos dicen que es una carretera; los otros, que una calle. En conclusión, tenemos que pagar impuestos a los dos y ninguno arregla la avenida", comenta Francisco Espejo, dueño de un quiosco rodeado de barro, informa
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