Un accidente resolvió la fórmula 1

Michael Schumacher (Benetton Ford), de 25 años, se proclamó campeón del mundo de Fórmula 1 en Adelaida, sede del Gran Premio de Australia, última carrera de la temporada. Un accidente, protagonizado en la vuelta 36 por el propio Schumacher y su único rival en la lucha por el título, Damon Hill, dio por bueno el punto de ventaja que el piloto alemán llevaba sobre el británico. Schumacher y Hill tuvieron que abandonar la carrera, ganada por el inglés Nigel Mansell, triunfo que proporcionó el título de constructores para la escudería Williams Renault. Es la quinta vez en la historia que un accidente decide un título.Fue un final acorde con una temporada plagada de incidentes y que evocó los duelos y los accidentes protagonizados en 1989 y 1990 por el brasileño Ayrton Senna y el francés Alain Prost. Los coches de Schumacher y Hill colisionaron después que el alemán se saliera de la pista y el británico tratara de adelantarle. Hill, sin embargo, abortó cualquier polémica cuando aseguró que no se podía acusar a Schumacher de haber cometido ninguna maniobra antireglamentaria, al intentar cerrarle el paso, puesto que "Ios dos fallamos".

Schumacher, que se convierte en el campeón más joven de la historia y en el primero de nacionalidad alemana, admitió que su semblante cambió en cuestión de segundos, puesto que el abandono de Hill fue posterior al suyo. El Williams del británico, sin embargo, no pudo continuar en carrera a causa de los destrozos sufridos en la suspensión delantera cuando embistió al Benetton de Schumacher. El alemán dedicó el título a Senna.