Un Don Juan callejero

Pocas veces don Juan Tenorio ha tenido tantos testigos de sus conquistas como anoche, cuando la compañía de aficionados Teatro Popular de Ciudad Real representó el clásico de Zorrilla en la alcalaína plaza de los Santos Niños. Cuatro mil pares de oídos escucharon cómo declaraba su amor a doña Inés y seducía a doña Ana para ganar una apuesta. Fueron muchos menos los que vieron a la novicia caer en sus brazos. Gran parte del entusiasta público aguantó tres horas de pie desafiando al frío tuvo que adivinar las escenas tras las cabezas de otros.Carolina Ramos fue de las que lo vio casi todo. Subida a un banco en medio de la plaza podía ver, con sólo girarse, cuatro de los seis escenarios donde transcurrieron las andanzas del Tenorio. Tiene 15 años y explica que ella nunca había ido al teatro y quería saber de qué iba aquello. Compartía banco con Francisco Lomas, de 57 años, quien no se ha perdido un Tenorio desde que hace diez se utiliza el casco histórico alcalaíno como marco de las calaveradas del sevillano. Para Lomas, el primero fue el mejor. "La interpretación fue muy buena y el entorno, el patio de la Universidad Cisneriana, era insuperable, acogedor y majestuoso", recuerda. El peor, la versión años veinte que Ángel Facio preparó cinco años después. "Nos cansó y nos fuimos antes de tiempo, no lo entendimos", comentó. El de ayer sí que le gustó.

No estaban de acuerdo con él dos actores alcalaínos que, aburridos, prefirieron tomarse un café en un bar que presenciar el pase nocturno. "Ha sido pésimo. La escenografía es muy pobre, no han aprovechado el entorno, no hay innovaciones y las interpretaciones son planas", aseguró uno de ellos.

La compañia , que volverá a poner en escena el Don Juan itinerante hoy a las 20.30, se ajustó al texto clásico y trajo dos Brigidas y dos Ineses, con carácteres diferentes. El Tenorio conquistó ayer a una Inés menos inocente de lo que manda la tradición. "Con más curiosidad por el mundo exterior que le sugiere la carta", según el director, Emilio Arjona.

Y se sirvió para ello de la ayuda de una Brigida "más sutil, más disimulada, un personaje cortesano, sibilino y embaucador". Hoy, bajo los trajes de Inés y Brigida, habrá otras dos actrices que abordarán una interpretación más clásica.

El Teatro Popular lleva dos años dando vida a los personajes del Tenorio, pero siempre en salas. "Hemos hecho un esfuerzo grande para hacerlo al aire libre, pero sin cambiar nada", comenta Arjona, quien confiesa que "el teatro a la italiana no está hecho para la calle y esta pieza que es intimista y recogida presenta muchas dificultades para hacerla al aire libre. El teatro escrito para el teatro debe hacerse en una sala", asevera el director del salón Cervantes, Pablo Nogales.

No están de acuerdo los responsables de la Fundación Colegio del Rey, promotora del Don Juan itinerante desde hace 10 años y que ha invertido en esta ocasión seis millones de pesetas en el montaje.

Creen que se ha convertido en una tradición que no tendría la misma respuesta si fuese en el teatro. Lo que Lomas, el espectador incondicional, echa de menos, son las comparsas callejeras que antecedían la representación.