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FÚTBOL INTERNACIONAL

Una pandilla simpática y ganadora

El Hajduk Split demuestra en Europa la calidad del fútbol croata

Exceptuando la situación accidental del Milan, las sorpresas en la primera vuelta de la Liga de Campeones han sido pocas y relativas. Pero en el grupo C, donde el Benfica y el Anderlecht partieron como favoritos, extraña ver al campeón belga en la cola mientras que al lado del Benfica, con cinco puntos, aparece el Hajduk Split. Con su selección también encabezando el grupo 4 de la fase clasificatoria de la Eurocopa de 1996, el fútbol croata, marginado durante la guerra yugoslava, irrumpe con fuerza en el escenario internacional.

Vedran Rozic desvía momentaneamente la mirada hacia la terraza de su despacho y la vista del mar Adriático.. El gerente del club medita la traducción de la palabra Hajduk que aparece entre comillas en el membrete de la entidad croata. "Es un apodo", explica finalmente. "Significa la pandilla simpática o algo así". No debieron de parecérselo a los jugadores del Legia Varsovia. Después del 5-0 que clasificó al Hajduk para la Liga de Campeones, todos fueron declarados transferibles.

Fue una noche memorable. Una bomba casera arrojada al terreno en el apogeo de los sentimientos antiserbios acarreó un cierre de dos años, prolongado por la guerra. La victoria sobre los polacos significó la vuelta, tras siete años del fútbol internacional al espectacular estadio Po1jud, que se asemeja, según sus arquitectos, a una "almeja abierta al cielo".

Ni el estadio ni la ciudad sufrieron desperfectos durante el conflicto. La repentina aparición de tres aviones enemigos dejó huellas en las paredes de la torre de control de un aeropuerto donde un Tupolev 154 de las Naciones Unidas deja pequeños a los aviones comerciales. Tierra adentro, la frontera bosnia está a unos 70 kilómetros. Algunos de los hoteles que anteriormente respaldaban la oferta turística ahora reciben refugiados subvencionados. Split ha sido espectador, pero desde la primera fila.

Hace un año, las ansias por volver al redil futbolístico fueron frenadas por la UEFA. Impuso al Hajduk la disputa de la primera ronda de la Recopa ante el Ajax en la capital eslovena, Liubliana, donde venció por 1-0. La derrota por 6-0 en Amsterdam convenció a Rozic y sus dirigentes de la necesidad de barajar hombres de peso y experiencia entre los jóvenes de una generación X que habían crecido con horizontes muy estrechos.

"Decidimos arriesgarnos con unas inversiones importantes", confiesa Rozic_ "Por suerte, han dado resultado". La pandilla actual, dirigida por el ex portero internacional Ivan Katalinic, refuerza la tesis avanzada durante el pasado Mundial de que la ruta al cielo pasa por ser rechazado por algún club español. Testigos: el libero Zoran Vulic (Mallorca), Stjepan Andrijasevic (Celta), Igor Stimac (Cádiz) y un Goran Vucevic que ha sido cedido por el Barcelona y que dosifica sus actuaciones para ponerse a punto después de su lesión de ligamentos cruzados. Hasta el delantero Ivica Mornar, un internacional de 20 anos, fue rechazado después de una prueba con el Barcelona B.

La pieza clave, sin embargo, se llama Aliosha Asanovic, un 10 de corte clásico, experto en el lanzamiento de faltas (así marcó el gol de la victoria en Bucarest) y, en un momento dado, bajo el escrutinio del Real Madrid. Vivió una edad de oro en el Metz, francés, antes de irse al Cannes y al Montpellier y, finalmente, repatriarse este verano.

La apuesta del Hajduk ha salido ganadora. La victoria sobre el Legia supuso una garantía fija de 200 millones de pesetas, y los cinco puntos conseguidos a costa del Benfica (0-0 en casa), el Steaua (1-0 en Bucarest) y el Anderlecht (2-1 en casa) han sumado, en tre la euforia popular, 225 mi llones más. A pesar de unos precios que rozan las cien kunas (unas 2.000 pesetas), casi 40.000 personas acuden al Poljud, junto a los políticos que bajan a la costa desde Zagreb para celebrar la izada croata en el fútbol internacional.

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