LA PRINCESA ÁRABE Y EL 'CORISTA' ARGENTINO

El actor Gustavo Bermúdez es un guaperas argentino de 29 años, discreto, juicioso, muy alto y sano deportista, que en la telenovela Antonella interpreta a un marido atribulado por la amnesia de su casta esposa, suplantada por una hermana gemela, libertina y sin escrúpulos. "Un poco puta", según la percepción de una indignada televidente. El caso es que la princesa Mashael, hija del rey Falid de Arabia Saudí, ha seguido la dolorosa peripecia, doblada al árabe en su país con el título de Amor hasta la enternidad, y como varios millones más, en uno y otro sexo, sucumbió a los encantos del sufridor galán de Rosario. "¿Cómo es ella? ¿Quién es su padre, el rey Fahd?". Clarín (diario que descubrió el drama) investigó los detalles de esta singular historia. De acuerdo con las conclusiones del rotativo más vendido en Argentina, la princesa Mashael, progresivamente inquieta en su platea de palacio, no pudo contenerse y buscó establecer contacto con el hombre de sus sueños. Conseguido el teléfono y ayudada la pareja por un políglota, tuvo lugar un primer encuentro en el que, refrendando su benemérita sinceridad y entereza, Gustavo Ariel Bermúdez confesé a Mashael que era un hombre casado, feliz en su matrimonio y padre de una niña de corta edad. Pero la princesa, lejos de caer en el desánimo continuó suspirando con los besos de Bermúdez. Una semana después, le propuso viajar a cualquier parte del mundo, a lo que Bermúdez se negó cortésmente, alegando mucho trabajo; después, también e inútilmente, le ofreció trabajar en Arabía Saudí en una coproducción. Todo ocurrió hace tres meses. En ese tiempo, la joven saudí, "de cerca de 27 años" según Clarín, remitió fotografías que destacaban su larga cabellera negra y un pañuelo anudado en la cabeza. La princesa no recibió respuesta. Sufre el mal de los amores no correspondidos. Sus llamadas no son semanales, sino más espaciadas, pero le seguirá admirando porque una empresa árabe ha comprado Nano, la nueva telenovela del bello galán-