INCURABLE

John Ausonius, el sueco de 41 años más conocido como el hombre del láser por haber utilizado una pistola dotada de un rayo láser para cometer una serie de atentados contra extranjeros radicados en Suecia, causando la muerte de un estudiante iraní e hiriendo a otros nueve extranjeros, ha quedado privado de asistencia jurídica a causa de sus inclinaciones violentas ejercidas contra su propio abogado. Gösta Bergman, el sexto abogado de una serie cuyos integrantes habían ido renunciando sucesivamente a causa de discrepancias con su defendido sobre la forma de encarar la defensa, acaba de pedir a las autoridades judiciales el relevo de su tarea tras una visita a la cárcel de la que salió lleno de moretones en el rostro causa dos por los puñetazos de su defendido. Bergman, en su petición, no especificó los motivos de ésta, pero ello resultaba obvio porque se reflejaba en su rostro. El hombre del láser había sido condenado en enero de este año a cadena perpetua por un tribunal de primera instancia, sentencia que había sido apelada por los defensores y por el propio Ausonius, que sostuvo siempre su inocencia. En los medios judiciales existe escepticismo sobre las posibilidades de que siga adelante la petición de revisión del caso. Ausonius parece continuar firmemente aferrado a sus "principios".